Dominicanos obtienen éxito con oferta gastronómica, a platanazos limpios, en Puerto Rico.

Una finca en la ciudad

San Juan, Puerto Rico.-En el balcón, dos sillones; de esos en los que imaginarías a tus abuelos sentados. Entras y observas un enorme caldero, con espacio para un arroz suficiente para 15 personas. Racimos, yaguas y hojas de plátano adornan el lugar.

La barra parece una pequeña casita con su techo de zinc. Y en la terraza, una hamaca y una enorme fotografía de un cultivo de plátanos. No cabe duda de que el plátano es el protagonista aquí.

El Platanal es un restaurante enfocado en lo que consideran el personaje principal de su cocina; por eso el nombre. Las posibilidades de sentir la presencia del plátano en alguno de los platos son innumerables.

Leodany Hinojosa y su tío Rafael Hidalgo, fungen como dueños de El Platanal y sus dos localidades en Cupey y en Carolina. “Mi tío tenía su negocio allá en la República Dominicana, donde hacía sándwiches de plátano y batidas, y la idea de nosotros fue traer ese concepto a un restaurante, algo más formal”, cuenta Hinojosa.

Agrega que El Platanal se fue desarrollando como un restaurante de comida caribeña. “Mezclamos los conceptos de República Dominicana, de aquí de Puerto Rico y cogiendo insumos de otras culturas como Cuba y Venezuela”, amplía.

Esta fusión caribeña se percibe en la decoración del lugar, donde vemos objetos y escenas que son comunes tanto para Puerto Rico como para República Dominicana y otros países vecinos. Se observa hasta en los retratos de varios artistas caribeños que incluyen a Danny Rivera, Rubén Blades y Milly Quezada… sin ignorar que la música tropical es la orden del día en la radio que se escucha en El Platanal.

Más allá del plátano

Hidalgo e Hinojosa apuestan a una cocina criolla caribeña que no deje fuera ninguna de las influencias de varios países. “Nosotros tenemos bien claro cuál es nuestra especialidad -que es el plátano- y por supuesto nuestros platos como el mofongo, las canastas rellenas y los sándwiches de plátano”, afirma Hinojosa. Sin embargo, asegura que el restaurante también ofrece arroz y habichuelas, amarillos y el distintivo arroz apastelado; un arroz que tiene un toque del plátano.

Por otro lado, mencionan que tienen platos dominicanos como el mangú y el morísoñando, una bebida peculiar hecha con leche y jugo de china natural.

El secreto del sándwich

Hidalgo, quien comentó que semanalmente se pueden pelar cerca de diez mil plátanos entre las dos localidades, detalló la preparación de uno de los platos más populares. “El sándwich de plátano es como un tostón. Se fríen dos plátanos a fuego lento, se aplastan, se ponen a freír nuevamente y luego se rellena con queso suizo, lechuga, tomate y la carne que desee”, explica.

La canasta rellena también es de los favoritos; es una arañita grande que se puede llenar con pollo, pavo, pernil o cualquier tipo de mariscos.

“Nosotros vivimos para satisfacer al cliente y hacerlo sentir en familia”, asegura Hinojosa. Mientras, su tío puntualiza que “la idea es que la gente cuando venga aquí no se sienta como que son dominicanos, puertorriqueños o cubanos, sino como que estamos en el Caribe; algo para todos”.(Primera Hora)