martes, 6 de mayo de 2014

LA NOTICIA Y SU PESPUNTE

Al menos siete personas perdieron la vida ahogadas en diferentes balnearios y playas del país y la isla Saona, entre ellos dos menores de edad, tres hombres y dos mujeres, mientras disfrutaban del feriado de fin de semana.
Los ahogados son  Arlin Muñoz Castro, de 13 años y Yeison Sosa García, de 16, los obreros José Alexander Suárez Pineda, de 24 y Dionicio Martín Aquino de Aza, de 46, una mujer no identificada y Nisaida Lose, de 21 años y Fritz Tratamaz, de 36, estos últimos de nacionalidad haitiana.
La menor Arlin Muñoz Castro y el obrero José Alexander Suárez Pineda,  perecieron ahogados cuando se bañaban en una playa de la isla Saona, como parte de una excursión de la iglesia evangélica Pacto de Gloria, del sector Lares I, de San Isidro, Santo Domingo Este.
El pastor evangélico Miguel Ángel Padilla, de 39 años, dijo que en la excursión participaban 94 personas, y que la menor y Suárez Pineda fueron arrastrado mar afuera por un fuerte oleaje.
En tanto que en Castañuelas, provincia Montecristi, una mujer no identificada, vestida de negro, fue hallada muerta en la playa Estero Balsa, en el lugar denominado Caño Filuyín. Se desconoce la causa de su muerte.
Mientras,  Nisaida Losé, de nacionalidad haitiana, residente en Santiago,  murió ahogada cuando se bañaba en el río Los Pinos, en el municipio de Río San Juan, junto a otros miembros de su familia, según un reporte.
Así mismo, la Policía informó que el ciudadano haitiano Fritz Tratamaz murió ahogado cuando se bañaba en la playa de Boca de Yásica, Gaspar Hernández, junto a varias personas.

Finalmente Dionicio Martín Aquino de Aza, quien vivía en la avenida Isabel Aguiar, en Herrera.
Más ahogados en un fin de semana largo que muertos en accidente de tránsito.
La cifra es como para alarmarse de la cantidad de balnearios y  playas peligrosas que hay en el país.
Hay quienes dicen que los únicos que se ahogan son los pobres que se bañan en playas públicas, porque las mejores playas han sido tomadas por hoteles turísticos, donde hay seguridad y vigilancia, a más de divisiones que impiden que los bañistas salgan de ciertos límites.
Sin embargo no es tanto así...
En Punta Cana uno de los mejores hoteles turísticos cuenta con una playa sumamente peligrosa, donde se forman unos hoyos y remolinos que se tragan a cualquiera.
El cronista de arte Carlos T. Martínez vivió una experiencia traumática mientras se bañaba en la misma, y fue necesario auxiliarlo para sacarlo de la trampa en que cayó.
Los empleados del hotel conocen de la situación y hablan de los ahogados y de la gente que a cada momento se ve en problemas.
Pero la gerencia del hotel lo calla, pues ese es precisamente el principal atractivo por lo cual los turistas vienen al país, y si se les advierte que hay peligro en esa playa, ahuyentarían a los huéspedes y los tours operadores no los incluirían en sus ofertas.
Porque así son las cosas en este país.
Construyen un hotel  en una playa peligrosa para los bañistas.
En Boca Chica, que era una playa para toda la familia, se pusieron a construir espigones para los restaurantes sobre el nivel del mar. Y el mar, al sentir la agresión, se lleva la arena o hace hoyos que se tragan a los niños. Ya no se puede dejar los muchachos solos en Boca Chica porque desaparecen.
Las imprevisiones también se dan en tierra firme. Se levantan edificios sin advertir que hay una vena de agua que le pasa por debajo, o que el terreno es arcilloso, como le sucedió al hotel El Prado que está sin terminar en la George Washington esquuna Máximo Gómez, frente a Guibia, convertido en un edificio fantasma.
Así es este país de especial... donde usted caminando por la acera, cae en un hoyo, y cuando llega al fondo es que encuentra el letrero de "cuidado con el hoyo", como le sucedió al locutor Alipio Cocco Cabrera que regresó una vez a Nueva York con una "pata renca" tras sufrir un accidente  caminando a pie por las aceras de Gazcue. No Gualey ni Los Guandules.... Gazcue.

1 comentario:

  1. Playa Estero Balsa no está en Castañuelas, está en la bahía de Manzanillo, un paraíso escondido en la frontera el cual invitamos a visitar.

    R. Payero.

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