Joseph Cáceres

Chikungunyas musicales

El pasado fin de semana Acroarte hizo su primera evaluación correspondiente al primer semestre del año como está establecido para el premio Soberano.
Y sucede "lo mismito del año pasado", como dice el cuento. Hubo que enfrentarse al mismo desierto de actividades y de hechos trascendentes y valorables.
De  o ser por el desarrollo y el auge indetenible de la salsa la situación sería peor, de lo cual no esta ajena la asociación, que se apresta a incorporar un renglón para distinguir a los exponentes dominicanos de ese género.

La radio, la televisión, los ambientes, los escenario se llenan de salsa, mientras algunos ya discuten de si es autentica o alterada, olvidando el hecho de que el nombre envuelve un concepto de mercadeo de fusión de la guaracha y el guaguancó cubano.

Johnny Pacheco lo bautizó como salsa logrando la fama, popularidad y proyección. Pero desde siempre se ha tenido entendido que la salsa no es más que el junte de los géneros señalados, aunque haya adquirido fisonomía propia, dejando en el olvido las fuentes sonoras y rítmicas de donde se nutrió.
Por ello ha resultado para algunos  sorprendente escuchar  a Sergio Vargas reclamándole a los nuevos salseros dominicanos, el hecho de que según él, no son salseros, sino guaracheros, cuando la guaracha es uno de los componentes de la salsa, según se ha establecido.

Igual señalan los cubanos de la salsa y su mezcla de ritmos, donde hasta el son reclama su pinole…

Pero bueno, son las discusiones interesantes, que se generan en torno a todo lo que en su momento resulta exitoso, y no hay que molestarse por eso. Si el género no tuviera incidencia, provocando un vuelco hacia el mismo tan pronunciado, no estuviera la oleada de artistas de todas partes, sobre todo dominicanos residentes en Estados Unidos y Europa, viniendo al país a grabar con el maestro Víctor Waill, quien se ha convertido en el principal artífice del mismo.

Justo es entonces que se le abra un espacio a los compositores del género que ya empezaron a aparecer, luego de un periodo inicial de adaptaciones y "covers" de temas extranjeros.

Por lo demás, habría que esperar a la segunda mitad del año para ver qué de nuevo trae "el barco".
En los primeros seis meses lo que ha traído es: "chikungunyas musicales" como "Las Tapas que Vibran". ¿Te gutan?