Joseph Cáceres

Contrario a lo que muchos piensan, mi música favorita es el rock, la balada pop. Con ella me inicié en la radio y  en la comunicación, en nuestra época juvenil, y aunque he compartido esa preferencia con el merengue  y otros géneros populares, no negocio mi esencia rockera, aunque no así el "heavy metal" y las derivaciones "ácidas" que prefiere la muchachada, pues ni tanto ni tan poco...Hasta ahí no llegamos.

A mi, "mátenme" con la música adulta contemporánea de la 91,  en el rock y en el género pop, aunque no niego  mis paradas a veces con la música electrónica para mantener el espíritu arriba. Me da vitalidad... y ya he dicho que me gusta abrevar de la juventud en mi rol de "vampiro". (No se lo digan a nadie. Pero ese es mi secreto para mantenerme "up-to-date", nunca bastón)

Uno de mis estaciones favoritas es La 91, porque en la misma encuentro la música de mi generación.
Imagínense, con Teo Veras, Pedro María Santana, y la exquisita programación de Ricardo Luna.
Empero, con una presencia refrescante Tatiana del Rosario, en Las Tardes de la 91. Un programa que tengo fijo todas las tardes, por el desenfado, los matices, la precisión, seguridad y el encanto que le pone esta hermosa mujer a su trabajo.

Pero de repente me encuentro con la mala noticia de que han cancelado a Tatiana de la 91, debido a que se inscribió en un curso-taller para convertirse en "coach", no le cumplieron, le quedaron mal, no le devolvieron su dinero, y ella comentó sobre el asunto en su programa.
Eso bastó para que le mandaran su carta de cancelación.
No le valió ni que se excusara con la emisora. Lo cual es una insensatez...¡Digo yo, porque una mujer así hay que conservarla!
Todo por "guardarle el cuerpo" a una empresa de estas que se comprometen a dar un servicio y no cumplen.

Lo grande del caso es que nadie sale en solidaridad por Tatiana, cuando un asunto como este debería ser tema del Círculo de Locutores Dominicanos, que aunque no haga nada, por lo menos el apoyo moral y la solidaridad reconforta.
Y eso lo decimos, por experiencia propia... Cuando hace unos años  fuimos demandados por un empresario artístico, tanto el Colegio Dominicano de Periodistas como la Asociación de Cronistas de Arte se pronunciaron a nuestro favor, lo cual generó un efecto de peso en el ambiente, y en la opinión pública, porque se vio que no estábamos solo.
Marivelle Contreras, a la sazón presidenta de Acroarte, hasta nos designó al abogado Cándido Simón para que asumiera nuestra defensa en los tribunales pagado por la institución.

Por eso, y por más, que nadie me venga a hablar nada contrario a su gestión, porque como mujer asumió un rol que quizás si hubiese sido un hombre se hace "el loco" o el indiferente, como suele suceder en Acroarte que dejan a muchos miembros enfrentados a su suerte en momentos de dificultades.
Y es que para eso deben ser también  las instituciones y los gremios.
Pero volviendo al caso de Tatiana, es una pena que se tomara una medida tan drástica en su contra.
La misma no solo la afecta a ella, sino a los que como yo vivimos su manera de hacer radio.
Caramba, Teo Veras, ¡nos golpeaste duro!.