jueves, 3 de julio de 2014

Cuando los chef le dan la razón a Tubérculo Gourmet
De verdad que nada mejor que cuando se adquiere y se desarrolla una cultura gastronómica, que le permite a usted comer por placer, y no por necesidad.

Los placeres culinarios son caros, y es algo que hay que tener presente y en perspectiva, todo el tiempo.

Forman parte de la trilogía de placer del hombre de mundo, que según mi amigo Héctor Marcano la integran: "Buenos restaurantes, bellas mujeres y exquisitos vinos".

La buena vida del que vive con desenfado es el deseo aspiracional de muchos que reniegan de esos estándares "porque no pueden llegar a ellos", según la teoría de ese gran filósofo italiano, el buen amigo Freddy Jabes.

Con los debidos controles, naturalmente, aunque tampoco por ello  sea necesario esconderse detrás, o debajo, de un manto de hipocresía, como suele ocurrir en el ambiente.

En eso si que está clara la Vieja Fefa cuando proclama, "si te gusta una comida y está en la frontera, date el viaje, búscala y cómetela".

Si te gusta una mujer, ¡dátela!, no lo dejes para después...¡Wao!

Con cosejos así, imagínense...tan distantes de la mansedumbre que nos predica la moral cristiana, tan alejada del mundanal ruido y de los placeres que nos han etiquetado como "pecado", por los siglos de los siglos, amén. Ello es parte de la filosofía artesanal de que hay que vivir el día a día, y no dejar para mañana lo que puedas hacer hoy, que practica la insigne cantante y acordeonista, en la que se cumple aquello de que "eldiablo sabe más por viejo que por diablo".

Pero sigamos con la comida gourmet y dejemos a un lado a nuestra amiga la Vieja Fefa.

Un detalle incomprendido, y poco asimilable, de los platos de los restaurantes gourmet es que sirven raciones como si se tratara de un juego en la casa de las muñecas.

Siempre será un plato grande, y en el medio un bocadito  chiquitito, muy coqueto y adornadito,  no apto para gente de buena cuchara.

Eso de la comida  gourmet no es para todo el mundo, hay que estar claros, aunque algunos lo prefieran por esnobismo.

Por ello se producen muchos fracasos, como el del amigo que salió a cenar con la familia a un restaurante gourmet, se gastó 25 mil pesos en la cuenta, y al final salieron todos de allí con hambre.

Cuando llegaron a la casa, se pusieron a hacer cena, para "cenar de verdad"...

5 comentarios:

  1. Ay no mira, yo lo siento... Eso es un mito que tiene los arrancados para justificar por que no van a un restaurante de clase... Yo reto a cualquiera a que se meta en don pepe, en mitre, vesuvio o pate palo para solo mencionar unos cuantos, y que pida una entrada y un plato fuerte y salga con hambre... Ahora, si usted no tiene dinero para darse una cena de tres platos (o dos) como dios manda en esos sitios dejese de privar en gente y quedese comiendo en su pocilga. He dicho.

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  2. Por eso me gusta el Tipico Bonao, ahi la racion de comida es grande,pues por mas que Joseph hable, se la da de un gran conocedor de la alta cocina, de un gran enologo, de un asiduo visitador de restaurantes 5 estrellas,etc el 95% de los dominicanos seguimos la filosofia de Touberculo Gourmet.

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  3. Ami k meden arroz con verenjena y aguacate
    Cosinado en anafe y una limonada en un jarro de lata de salsa.

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    1. Estoy contigo capo una verenjena asada en la estufa y guisaita con un poco de salami adentro

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NIURKA BAEZ,
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