Joseph Cáceres

El misterio de los que se van peleando de Telemicro

El Oráculo, como ya se ha dicho, son los criterios y opiniones que se establecen a partir de las reuniones de un grupo de comunicadores que realizan una peña vespertina en la cafetería de un popular centro comercial.

En esas reuniones se habla y se analiza todo lo que acontece en el mundo del arte y el espectáculo, aunque también a veces se tocan temas sociales y políticos.

En la reunión de ayer en la tarde se trató el caso de Alberto Bernabé, (Bebeto), y se estableció el siguiente consenso.

Que Bebeto no debió nunca irse de empresas Telemicro donde su programa era un verdadero poder, acaparando niveles de audiencia, de facturación muy sabrosos, al igual que importantes premios como El Casandra, teniendo de animador principal a Michael Miguel.

Como recordarán, el conflicto se originó por unas transmisiones que se hacían en el programa con protestas e incidentes que se estaban produciendo en el seno del pueblo como parte del accionar de los políticos en campaña.

Ante una llamada de atención que le hicieron, Bebeto optó por marcharse con parte de su personal  a su antigua casa Supercanal, sin medir las consecuencias de las acciones que se iban a desencadenar, como fue la salida al aire de inmediato del programa "De Extremo a Extremo" con Michael Miguel y otros integrantes del staff en Digital 15 de Telemicro, para sustituirlo.

El criterio del Oráculo es que Bebeto  debió quedarse ahí echando el pleito adentro, y olvidarse de la política y los, políticos, que al final de cuentas lo que hacen es que azaran.

Pero, era uno de los tantos que confiaba en que Hipólito Mejía, a quien apoyaba, iba a ganar. Y claro que si hubiese ganado, otro gallo hubiera cantado...Pero el pronóstico y la apuesta falló. Y no hay que repetir el avatar de Bebeto a partir de esa salida abrupta de Telemicro.

El Oráculo también hizo un descenso a lo que también le ocurrió a Héctor Reynoso, el productor de programa que se puede decir inventó "la picada" en Nueva York.


Aunque se inició en Supercanal y luego pasó a Digital 15 de Telemicro, fue ahí donde realmente creció en forma meteórica, alcanzando una posición económica que lo llevó a la adquisición de vehículos Mercedes Benz y a concentrar un poder inusual en un productor de programas de los considerados "chatarra".

Eran los tiempos de la Makinaria, de Jamy Bonetti, y la parafernalia propia del que está "en guiso".

Todo eso también se echó a perder por una rabiaca, cuando en el canal le cambiaron el horario. Como dice la canción "es ligero equipaje, para tan largo viaje" y terminó perdiendose en el camino, sin programa, si carro, sin Jamy Bonetti,  abandonado a su suerte, sin nada. Los artistas que antes andaban detrás y "le lambían" se olvidaron de él, porque "así es la vida, de caprichosa, a veces negra, a veces color rosa. Así es la vida, jacarandosa, te quita, te pone, te sube, te baja...."
Y después, "dónde están esos amigos..."

Miguel Ortega, al dejar a Telemicro, también terminó en problemas, señal de que a juico del Oráculo, "el que se va de allí en pleitos se azara".

Se recuerda también lo de Pedro Nadal, voz oficial del canal, que se fue en pleito porque le quitaron un programa, y al final retornó de lo más tranquilo, porque después de todo al jefe solo hay que entenderlo.

Alipio Coco ha acuñado una frase célebre: "El dueño de la antena es la estrella", que le va a todos aquellos que se creen estrellas en canales y programas ajenos.

En el pasado sucedió lo mismo con Ramón Puello Báez, quien también regresó, lo mismo que Jary Ramírez.

Feliz Peña y Rafael Alduey más nunca volvieron a ser lo que eran, cuando salieron del canal que tiene su sede casi frente al cementerio de la avenida Independencia.

En fin, sin ser cabalístico, hay una especie de conjuro y de "guanguá" que le cae  a los que se van. No se sabe por qué.... Talvez por aquello de que "lo que se da, no se quita, porque al pasar por el cementerio, se le rompe una patica"