domingo, 6 de julio de 2014
En estos tiempos de ventas online, de grandes tiendas por departamentos y productos de catálogo, los colmaderos dominicanos se diversifican y venden de todo lo que la gente pueda necesitar. El colmadón vende comida, pero también licores, y es también carnicería, como pueden ver a este picando un pollo, con su reguero de sangre en el mostrador. Ese mismo colmadero se quita el delantal y se convierte en mecánico si a alguien se le queda el carro. Da servicio también de estación de gasolina, pues tiene combustible almacenado en galones plásticos. Hay uno que hasta tiene un cuartito en la parte trasera del mostrador, donde las mujeres y los hombres que van a beber en el colmadón "resuelven" en momentos de apuros, sin tener que ir al motel, y pagando pocos pesos. Dígame usted ¿qué es lo que no hace un dominicano?....De que se la busca, se la busca...Hasta al diablo que se descuide, lo venden con todo y cachos...
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eso es una mala practica,no deberia manipularse carne que contiene bacterias con otros alimentos
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