viernes, 18 de julio de 2014

Para formar su propia orquesta
Hay cantantes coristas y músicos de orquestas que sobredimensionan sus posibilidades y se lanzan a la aventura de independizarse para formar "sus propios proyectos".
Si bien es cierto que hay coristas que cantan mejor que el artista para el cual trabajan, ello no le asegura  el éxito en un proyecto independiente.
No es lo mismo estar al frente que detrás. Hay quienes cantan muy bien, pero carecen de carisma,  y de empatía para llegarle y gustarle a la gente, y por ello son muchos los buenos que se quedan en el camino.
Son buenos , pero no gustan...
Buenos cantantes que solo sirven para dar clases de canto, porque que han fracasado en todos los proyectos en que se han lanzado como artistas.
Ellos mismos no se explican el por qué no han tenido la misma suerte de otros que cantan menos que ellos, y le echan la culpa al medio, a la payola, a los locutores y periodistas, cuando en verdad el maleficio está en ellos.
Y en verdad, nadie tiene la culpa de que un artista, aunque sea bueno, no le guste a la gente.
Intoxicados de mal gusto
Que más quisiera uno que las cosas no fueran así, que la gente no aceptara tanta basura, pero lamentablemente ni el mismo medio puede sustraerse a veces a esas corrientes de aceptación hacia el mal arte. La televisión, por ejemplo, ha sucumbido a todas las expresiones de mal gusto que hay en el ambiente.
Hay una competencia feroz  no ya por las orquestas de merengue, sino por  el mambo de la calle, el dembow, y el hip hop, donde hay gente valorable, pero muchos que no sirven ni para echarselos a los perros, como dicen.
Relevos relevados
Otra cosa es que se culpa a los veteranos del medio de no apoyar el surgimiento de nuevas figures.
Pero no es tanto así como se dice, si nos fijamos en el hecho de que Johnny Ventura ha hecho todo el esfuerzo por dejar como herencia a Los Potros, los cuales la única vez que "vieron a linda", fue con el tema Almohada.
Rafa Rosario, aunque no con la intensidad debida, ha querido colocar a su hijo Rafely, y le ha resultado difícil.
Wilfrido no ha podido impulsar a su hija Alina como merenguera.
Fernando Villalona en su momento tuvo en su frente a sus hermanos Aramis y Angelito, y lo propio hizo Sergio con Kaki Vargas.
No es lo mismo ni es igual
Hoy en día el mercado y el negocio de la música ha cambiado. La radio no es la misma de antes, no hay disqueras, inversionistas,  y cada quien tiene asumir los costos de sus iniciativas, lo cual conlleva sumas millonarias, en inversiones en la mayoría de los casos irrecuperables.
Es muy fácil proponer, mandar y decirle a otro que invierta sus chelitos en artistas que nunca pegarán, y que si por casualidad "tocan la flauta", desde que cogen fama se les levanta el pechito y rompen con quienes han invertido o trabajado por ellos diciendo que los explotan.

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