Joseph Cáceres

Si no hubiera sido por ese haitianito…

Por antagonismos históricos todo el mundo conoce la actitud ancestral del dominicano hacia nuestros vecinos de al lado.
Independientemente de que no estamos de acuerdo con la invasión que ejecutan hacia nuestra nación, y de las acciones que emprenden en contra de nuestros símbolos patrios, entre ellos hay gente que merecen ser resaltadas, como es  caso del haitiano Francisco Cruz o Feliz Cumbé, como también se le conoce.
Fernando Villalona tiene un tema inspirado en él, que es uno de sus mayores éxitos, y si enfocamos hacia Aníbal Bravo, lo menos que debería hacerle este al haitiano,según la gente, es una estatua.
Fue Feliz Cumbé el creador y protagonista de sus más grandes éxitos, entre ellos el famoso Gatico y Filete, entre otros.
Aníbal Bravo logró su mayor trascendencia con ese humilde haitiano, al que tanto a veces tenían "a menos", y relajaban en la orquesta los músicos.
Fue la gran estrella como cantante de esa banda, y los hechos no nos dejan mentir.
Bobby Rafael, quien por mucho tiempo fue uno de los vocalistas de Aníbal Bravo, tiene todo un rosario de cuentos con las ocurrencias de Francisco Cruz, todos ellos creíbles, aunque a veces "libreteados".

Como la ocasión en que Feliz Cumbé entró a un colmado, y con su acento haitiano le pidió al dependiente: "Dame una Cocacola de uva".
O la ocasión en que estando en la playa, salió de la arena un cangrejito, y el haitianito no se quiso bañar, por sus creencias exotéricas, diciendo que ese cangrejo era "Aníbal Bravo que se había trasmutado".
Si, porque como haitiano al fín, cree en hechicería y en el vudú...
Lo que no contaba Feliz Cumbé es que Aníbal es de Las Matas de Farfán, de San Juan de la Maguana, pueblo que en las creencia popular siempre ha estado asociado a la hechicería.
Por eso cuando Feliz Cumbé salió de la orquesta de Aníbal la banda se cayó, y regaron la "bola" de que el haitiano le echó un "guanguá" para que nunca más levantara cabeza...
Pero también se decía que Aníbal le devolvió el embrujo con un "amarre" sanjuanero, y el haitiano estuvo mucho tiempo sin rumbo, pasando trabajo.
Una especie de "cabellera contra cabellera", brujo contra brujo...
El haitiano con el tiempo se pudo zafar y formó un grupo de bachata, con temas muy plebes, que solo se conocen en los bateyes. Pero ahí está, "picando más que el sol del mediodía", "underground".
Siempre nos hemos vacilado a Feliz Cumbé, porque es un tipo con un carisma especial.
Nunca olvidamos  la ocasión en que viajamos con la orquesta de Aníbal Bravo a Panamá, que nos alojamos en el hotel Sheraton, al lado del aeropuerto de Tocumén.
Como es usual, a los músicos les dan habitaciones compartidas.
Sucedió que una mañana, al levantarnos para ir al restaurant a desayunar, nos encontramos a Feliz Cumbé en el pasillo, con cara de no haber dormido.
-¿Te sucede algo, Feliz Cumbé?-le preguntamos.
-No he dormido nada, amanecí aquí en claro- me dijo.
-¿Qué pasó?.
-Anoche cuando llegamos de tocar el baile, los músicos que están conmigo en la habitación llegaron con mujeres y me sacaron. Tuve que amanecer aquí.
Realmente me dio pena aquello...Pensé en que tenía que ser haitiano...Si hubiese sido dominicano no se lo hacen. Porque ¡O jugamos todos, o se rompe la baraja!.

El comandante Aníbal Bravo, dando un ejemplo de que los años "pesan y pisan"...Nadie puede escapar a eso.