Joseph Cáceres

Bahía De Las Águila y sus Dos Caras

El Presidente Danilo Medina, en su gobierno, junto a un grupo de dominicanos responsables y funcionarios de condiciones patrióticas enarbolaron la dignidad de Los quisqueyanos que amamos este terruño y su entorno. Gracias por respetar la memoria de Piky Lora, representada en una de sus hijas y los demás abogados que jugaron su rol de manera estelar. Me inclino ante todos ellos.

En uno de sus rostros, Bahía tiene una carita ecológica muy risueña, siempre alegre. Podríamos dar muchos números ambientalmente definitorios de su gran sonrisa y atractivo sin igual,  desde su fauna y flora, hasta algunos datos geológicos, todos coinciden en que es un tesoro de atracciones muy benéficas a la salud de nuestra gente y a nuestra Isla Española; pero el otro lado, puede ser nocivo y ponzoñoso, ya tenemos ejemplos recientes que no escatimaron esfuerzo para tratar de decapitarla, y no se detendrán.

Creo en su explotación racional, jamás al estilo que hemos implementado hasta ahora en otros bordes costeros. Quiero que cada ciudadano no tenga que pasar por callejones indignos y pedir permisos a sabuesos hambreados- o pagar sumas elevadas para ver sus aguas cristalinas y disfrutarla en un cálido y digno arrullo marino. 

Que las construcciones públicas y privadas no nos cohíban del derecho de recibir las caricias de sus vientos ni los destellos de sus luces. Que el olor y el sabor a combustible no inhiba la suculencia de sus aguas para los seres vivos que la aprovechamos.  Defiéndannos de convertirnos en nuevos Guayacanes, Juan Dolio, Villas del Mar, Palmar de Ocoa, Boca Chica, Bávaro, Costa norte como La Ensenada y Punta Rusia, donde los propietarios quieren camas dentro del agua solo para ellos - pagando y/o sobornando a síndicos y autoridades civiles y militares -que luego utilizan como gendarmes de sus bienes y guardaespaldas. Me opongo a rajatabla a las introducciones de árboles sin valores ecológicos e inapropiados para la zona, para su entorno y para la  avifauna endémica y nativa.  No dejarnos confundir por diseñadores y Arquitectos foráneos y locales, que no han estudiado nuestro entorno, pero que su fama y mentalidad paisajista solo nutre su ego.

Jamás olvidemos que cada planta ,cada lagartija, cada Iguana, cada pez y cada ave son los que lograron, con su trabajo y tiempo (siglos de labor continua) . Formar todo lo que hoy podemos ver y tocar en ese paraíso sureño de mi Patria. Fueron ellos (La fauna y flora) los que se han quedado- sin importar lo que suceda con la paz, con la guerra, con los impuestos, con el terrorismo, con los fenómenos naturales, sociales y políticos en otras latitudes .

Tampoco nos han abandonado cuando las desgracias y los desaprensivos nos han tocado a nosotros – y lo mejor de todo-no nos han pasado factura de ningún tipo; nunca se han ido, nunca han dejado de llegar los que por necesidad biológica migran como parte de su ciclo existencial. Si perdemos esto, lo perdemos todo; los turistas se irán y no volverán, solo nos quedaremos con el despojo regional irreversiblemente destrozado.

Atención, el rostro turístico y el ecológico no pueden desmembrase de la educación, disciplina gerencial y ambiental, ambiental y justicia sin impunidad.

Sigfredo Frías
Médico Veterinario