Joseph Cáceres

Quieren estirar tanto el peso, que hasta lo rompen...

La gente le huye a los establecimientos con servicio de primera categoría, buscando economía, sin percatarse de que en vez de economizar, terminan muchas veces pagando más por los productos y artículos que adquieren.

Gente que no han aprendido a vivir, que se van desde el Ensanche la Fe a comprar en Megacentro de la Charles de Gaulle, en la zona oriental, porque vieron el anuncio de un artículo en la prensa, más barato, con el cliché de "aprovéchate", sin calcular lo que gastan en gasolina, en taxi, guagua o carro público.
Lo duro es que cuando llegan, le dicen que se agotó la existencia de la oferta, y le proponen comprar otro, pues no era más que un recurso de propaganda y mercadeo.

Están los que van a comprar a los mercados populares, con pisos llenos de lodo, donde hay productos a granel y víveres dizque baratos provenientes de los "productores", y cuando usted viene a ver son más caros que los que obtienen en los supermercados, sin piso de lodo, con aire acondicionado, bien empacados, y a veces con ofertas super económicas, como la de los días especiales  para los vegetales hasta con 35% de descuento de sus precios originales, que hacen un día a la semana, algo que jamás va a encontrar en un mercado popular, donde al vendedor, "un humilde padre de familia", solo le falta clavarle el cuchillo con el que pica el repollo para terminar de acabar con usted.

Ni qué decir de los talleres de mecánica de barrio, donde te cambian piezas buenas del carro sin estar dañadas. Porque parte del negocio de los mecánicos, es conseguir piezas en buenas condiciones de los vehículos de algunos clientes, para vendérselas a otros, a precios reducidos, porque no les ha costado nada.
Usted termina arreglando el problema por el que fue al taller, pero pagando el noviciado del cambio de una pieza que supuestamente estaba mala, y había que aprovechar para cambirala, como simepre dicen esos estafadores, "humildes padres de familia" con licencia para robar porque son pobres.
Le sale a usted más económico acudir a un taller acreditado, nominalmente más caro,  que ir donde el avivato del barrio, que a veces ni tiene taller y trabaja en la calle.

La gente no puede ser tan barata...

En la playa le huyen a tener que dar 1,200 pesos por una paella de mariscos en Boca Marina, en un buen ambiente,  pero terminan pagando 5 mil, pesos por unos pescados fritos de kioscos llenos de moscas, que las dependientes tratan  de espantar con una ramita, en la playa de Boca Chica.

Lo grande es que si usted va a Boca Marina o a Neptuno, dicen que es un comparón, sindafrse cuenta de que usted está gastando menos que ellos, y con mejor servicio y calidad.

Y así podemos mencionar las sastrerías dizque baratas, los costureros con trajes de terminación mal hecha, más caros que algunos italianos de marca.

Taxi sin aire que son más costosos que los llamados "confortables"... Spas atendidos por unas masajistas barriales que cobran más que el del hotel Jaragua.

En fin, señores, que el que se lleva de los servicios de lugares supuestamente populares, buscando ventajas de precios, sencillamente se lo lleva el diablo.

Plaza Lama supuestamente es un centro comercial popular.  Pero a veces tiene 300 y 400 pesos más en los precios de productos que usted los encuentra más baratos en tiendas de Blue Mall, Agora Mall, Galería 360,  Sambil y otros lugares de categoría.

Todas esas ofertas de 99.99 para no decir que son100 pesos, forman parte de una manipulación comercial muy arraigada, que no va con quien tiene cerebro para comprar sin necesidad de aprovechar ofertas económicas

Y palabrita que le cae mal a Zorro esa de: "¡Aprovecha! o ¡aprovéchate!", porque se aprovechan de tu nobleza, como dice un personaje de Chespirito