Hasta los políticos están en el "meneo"...

Sectores de Poder e influencia en pos de solucionar el lio con Fefita

Por Johnny Arrendel

NUEVA YORK.- “Fefita la Grande”, es decir, Manuela Josefa Cabrera Taveras, renombrada intérprete y acordeonista de merengue típico, fue la última en ser servida con el acto de alguacil que notifica la decisión de la Corte Suprema del Bronx de prohibir su participación en espectáculos públicos en territorio estadounidense.

Antes de Fefita, fueron servidos el empresario Vidal Cedeño y todos los establecimientos de diversión de Nueva York, New Jersey, Boston, Rhode Island, Miami y demás demarcaciones del Este de los Estados Unidos.

Sin embargo, tanto Cedeño como la artista habían decidido ignorar la decisión de la Suprema Corte del condado, por lo que ahora tendrán que indemnizar a los empresarios Rafael (Niní) Gil Tavarez y Rafael Luna, de la firma PROLAGA, con la que Fefita rubricó un contrato de representación en Norteamérica.

En virtud de la decisión judicial, Prolaga debe recibir una compensación ascendente a no menos del 50 por ciento de todo lo recaudado en las presentaciones de Fefita la Grande.

La razón de que la artista fuese la última en ser servida con el acto judicial, es que se hospeda en casa de un hijo suyo en la localidad de Perth Amboy, al Noroeste de New Jersey, información que solo conocía su entorno.

Sin embargo, el oficial encargado de entregarle la orden de restricción ubicó la residencia, y pudo entregarle el documento justo cuando Fefita se desmontaba de un vehículo de gran lujo, lo que provocó sorpresa en la merenguera.

De igual modo, el mismo oficial sirvió a Vidal Cedeño, y de paso le  tomó una foto al empresario a manera de evidencia de que le había notificado.

La controversia se originó cuando el empresario Vidal Cedeño obtuvo un visado especial para Fefita, mediante un “waiver” o perdón, en vista de que ella violó las normas migratorias hace unos años.

Pero tanto el empresario como la artista no advirtieron que ella ratificó un contrato con PROLAGA, de Niní Tavares y Rafael Luna, en 2010, con una clausula que establece la entrada en vigor de lo pactado inmediatamente Fefita  penetrara a territorio norteamericano.

 

Se mueven hilos de poder

Trascendió que en las últimas horas  diversos sectores de impacto, tanto en la comunidad Latinoamérica en Nueva York, en particular, entre la diáspora dominicana, como del mismo territorio de la República Dominicana, muestran interés en el conflicto que envuelve a Fefita la Grande y a tres empresarios quisqueyano.

En efecto, se supo que Raúl Alarcón Jr, presidente del consorcio que regentea a la influyente emisora de Nueva York, La Mega, que basa su programación en español, ha buscado un acercamiento entre Niní Taveras y Vidal Cedeño.

Pero resulta que el tema también concita la atención de Reinaldo Pared Pared, hasta hace poco presidente del Senado de la República Dominicana, secretario general del Partido de la Liberación Dominicana y aspirante a la candidatura presidencial por esa formación.

El interés de Pared Pérez, quien se encuentra en Nueva York en labores de campaña,  proviene fundamentalmente de que justo acaba de juramentar a Vidal Cedeño para que esté al frente de su equipo en esta ciudad como encargado del Sector Externo.

Es por ello que Reinaldo también se comunicó con Niní Taveras, quien además de empresario, es un activista muy relacionado con sectores políticos del Estado de Nueva York, sobre todo del Partido Demócrata, en el poder.

Otra personalidad de la diáspora que trata de mediar en el conflicto es Frederick Martínez, El Pachá.