El problema de esos descuentos masivos es que a veces inducen a compras de artículos que uno no necesita.
Antes de comprar algo en el Black Friday, pìense bien en su utilidad, en si lo necesita y lo va a usar.
Para que no le suceda lo mismo que a Cabrerita, que compró un barbecue hace dos años en el primer Black Friday que hubo aquí, y nunca ha asado ni siquiera un hot dog, y lo tiene de lujo oxidándose en la terraza de su casa.
Por cierto, mientras hacíamos nuestra caminata matutina, vimos frente a una tienda, haciendo fila, en espera de que abrieran la puerta, a una señora como de 70 años, a la cual la dueña de la casa la mandó a comprar una plancha para aprovechar la oferta. La pobre doña no sabía ni pronunciar bien Black Friday, y decía que a ella la habían mandado a comprar una plancha de"brafrade". Se parecía a Doña Chica la de El Mismo Golpe con Jochy, hablando...¡Cuántas cosas!. Y la dueña de la casa acostada, poniendo a la pobre vieja a coger lucha en una fila, casi de madrugada...
Y todo por una simple plancha, no joda ombe
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