miércoles, 21 de enero de 2015

Crónica de una muerte anticipada

La redes sociales con sus ataques virales, han colocado a los cronistas de arte en un plano secundario y a veces hasta terciario...
Se habla de que la impronta de la Internet está provocando estragos en los periódicos impresos, como se verifica en el hecho de que son muchos los que han cerrado, y otros que han tenido que recurrir a la venta de acciones, como The New York Time. Este gigante y legendario imperio de la comunicación  ha tenido que fraccionar su edificio corporativo, vendiendo algunos pisos, como también a una bochornosa permuta, cediéndole a Univisión una emisora de radio  grande que tenía a cambio de una chiquita.

En el ámbito de la música la Internet se ha tragado a muchos disqueros, a las tiendas de alquiler de películas en casette y DVD, en. tanto que los canales de música en la red, y las estaciones  de radio online, representan una seria amenaza para la radio tradicional.

Y en la crónica de arte, muchos ven el asunto como distantes señales de humo y el sonido de  tambores lejanos, sin parar mientes en que, si no se espabilan, terminarán arrollados por  las ruedas del tiempo. 

Deberían reparar en detalles, aparentemente insignificantes, que sin embargo no dejan de tener sus bemoles.

Por ejemplo, por solo citar unos casos que tenemos muy a mano: Los últimos hechos que han provocado noticias y comentarios, como el de Amara La Negra, Venya Carolina, Pamela Sued, han sido generados por las redes sociales, no por los cronistas de arte, ni los medios tradicionales establecidos.

No puede ninguna reclamarle a los cronistas, como es costumbre. Que echen su pleito ahora con las redes sociales, que  fue donde empezó todo.

El caso es que los medios tradicionales, incluyendo los periódicos impresos, han tenido que “bajar al pozo”, como dicen, y hacer acopio de lo que se mueve en las redes sociales, para convertirlo en sus noticias y así mantener actualización y  vigencia.

¡Y tanto que algunos menosprecian y critican  lo que se dice y comenta en las redes sociales!.

Si bien es cierto que se produce mucho material desechable y hay que tomar las cosas "con pinzas", no menos es que en la misma hay una apreciable riqueza  en la exposición de hechos, acontecimientos, y situaciones, que al convertirse en virales, hacen temblar los cimientos que sustentan a “los intocables”, “los impenetrables”, “los blindados” y a gente que se cree por encima del bien y del mal.

No puede uno cegarse y negar el hecho de que la crónica de arte ha ido quedando relegada a un segundo plano, porque la gente  en las redes se ha encargado de dilucidar temas de mucho interés e importancia, incluyendo algunos que, por compromisos o intereses particulares, muchos cronistas no se atreven a tratar.

No hay que olvidar el hecho de que los diarios, los canales de televisión y las estaciones de radio constituyen "el arma de reglamento" de sectores de poder económico, político y social, que trazan los lineamientos de hasta donde se puede llegar.

Y  es ahí, entonces, que la gente en las redes sociales juega su rol.

Ya no hay necesidad de esperar mañana a que salgan los periódicos matutinos, como sucedía en otros tiempos, para enteresarse de las noticias de arte, y de cualquier género, cuando se puede accesar a ellas al instante a través de la web y las páginas informativas que se actualizan  de manera constante.

Como tampoco puede nadie adulterar los datos y mentir sobre la asistencia de público a un espectáculo, porque la gente que asiste al mismo se ha convertido en los principales reporteros, subiendo fotografías al instante de todo lo que allí acontece.


Se acabó eso de publicar que un espectáculo estuvo lleno y fue un éxito, cuando ya la gente ha subido fotos y videos  que muestran como estuvo la asistencia.

Un artista que se cae en el escenario o sufre cualquier percance, tiene que dar por seguro que al instante lo va a ver y a conocer todo el mundo, sin necesidad de crónica de arte, de radio, periódicos, y televisión.

¿Qué le queda al cronista, despojado como ha sido, de su rol reporteril?.

La capacidad de análisis e interpretación de los hechos, haciendo acopio de su experiencia y sabiduría.

¡Y "ahí es que esa pintura es fuerte", como decía el comercial de la pintura.

Por más artístico que sea el espectáculo, resulta cruel ver "La danza de los mochos".

Muchos están condenados a desaparecer.

3 comentarios:

  1. Es que el tiempo de las mentiras y los enganos pasaron, ya ningun periodista pagado puede hacernos creer lo que el quiera, nostross estamos muchas veces mejor informado que ellos.no nos pueden inventar noticias.

    El Master del chat



    El Master del chat

    ResponderEliminar
  2. Joseph, tienes toda la razon. Otro ejemplo de que en las redes sociales no hay intocables es el caso de Bill Cosby. El debate comenzo gracias al comentario de un comediante en un foro. No era una noticia nueva, pero por la deferencia de los medios tradicionales hacia su figura, el tema nunca fue discutido abiertamente hasta que fue viral en las redes sociales, resultando en la cancelacion de varios contratos millonarios y fue sacada del aire la etransmision de "The Cosby Show".
    Las redes sociales brindan a sus isuarios pluralidad y gratificacion instantanea.
    Todos los que tratan de minimizar su impacto, lo hacen bajo su propio riesgo.

    ResponderEliminar
  3. Brillante y veraz su analisis de la situacion zorro, y para muestra un boton, todos los programas de radio o television se nutren de las redes sociales, y eso se ve a diario, que lastima que algunos se obstinen en negar esta primacia. en las redes no hay bocinas compradas que no sean descubiertas, mucho menos montruos sagrados e intoicables, hay si que se bate el cobre con la veracidad.

    ResponderEliminar

Se valora el envío de comentarios no ofensivos apegados a la moderación.
NIURKA BAEZ,
Moderadora de comentarios