La decana: 42 años de publicación ininterrumpida en el periódico El Nacional

La misma cantaleta

Como  ocurre cada año en los albores del premio Soberano, los artistas y la gente de la comunicación inician su laborantismo con miras a las nominaciones, desplegando  los  recursos y las tácticas de siempre, porque ni en eso han cambiado.

Envían sus resúmenes de actividades, con los pormenores de lo que han hecho, en una época en que basta con usted entrar el nombre de cualquiera de ellos a Google para obtener los pormenores y detalles de lo que fue su año.

El envío de los famosos folders con el resumen de actividades talvez se justificaba en los tiempos en que no existía la Internet, aunque siempre se ha criticado por el hecho de que un cronista de arte no puede estar esperando que un artista le tenga que decir lo que ha hecho para discernir si debe o no estar nominado.

Se supone que un comunicador verdadero, real, del ámbito artístico, debe estar al tanto de todo. A menos que no sea un cronista de estos que no ejercen en ningún medio, de los cuales hay muchos en Acroarte, hay que decirlo.

Al igual que en otros años, Maridalia lanza el mismo "grito al cielo" de que las cantantes solistas deben ser nuevamente nominadas, cuando al igual que en otros tiempos, todas dentro de su precariedad lo que han montado es el clásico concierto anual para decir presente.

La televisión de entretenimiento ha estado fatídica, con producciones  donde todos los programas están dándonos más de lo mismo, sin que pueda apreciarse alguna idea innovadora, o algo que no haya sido "clonado"

Presentando los mismos concursos de baile, de canto, las mismas orquestas de merengue, bachata, salsa, y los urbanos, en mediatours, recorriendo los diferentes  programas, y así se mantienen todo el año, pues a falta de presencia en la radio, usan la televisión como vehículo de promoción.

Y podemos mencionar otras áreas colapsadas, en las que se verifica el mismo fenómeno.

El panorama no es bueno, pero todo el mundo quiere ser considerado para el premio, y defienden lo que han hecho a "capa y espada"  con el lobismo y el cabildeo de siempre.

Por suerte en estos tiempos las cosas en Acroarte se están manejando con mejor criterio, para evitar el tener que regalar los premios a gente que no ha hecho nada.