La radio está caliente...

Cuidado con ofrecerle payola a ella...

Cuando la radio anda en muletas..

En verdad no le veo sentido, a eso de invertir dos millones de dólares en la compra de una estación de radio para luego entregársela a un "director" o "programador" que no ha puesto ni un centavo en el negocio, para que este se lucre de la misma cobrando payola a diestra y siniestra. Y lo peor de todo, sin preocuparse por hacer rentable  la operación de la emisora.

Dos millones de dolares, al cambio del peso dominicano hacen unos 90 millones, que en cualquier otro negocio produce más dividendos que en la radio.
Claro, siempre y cuando sea una estación como "La Z", la emisora de radio que factura más y tiene mayor audiencia que muchos canales de televisión.

La mayoría de las radiodifusoras andan en silla de ruedas y muletas porque no pueden correr, y se ven precisadas a arrendar sus espacios para poder reunir lo del pago de la energía y cubrir precariamente sus demás gastos.
No en vano mucha gente ha salido del negocio la radio, como nos dijo una vez Nelson Estévez cuando vendió Rumba, una de las emisoras musicales de mayor audiencia en ese tiempo.

¿Cuáles se puede sostener, a no ser aquellas asociadas a los famosos "brokers",  que colocan la publicidad que controlan en las emisoras que les sacan "su tajada".?

Se dirá que eso existe en muchas partes, pero aquí operan algunos de manera brutal, como "la pala", "to' pa'mi, y lo que sobra pa' tí",  y el que está en el negocio lo sabe. 

Lo que sucede es que nadie habla.

Es duro tú mantener una emisora de radio, con una elevada factura de energía, de combustible y mantenimiento de planta  de emergencia, equipos, personal, para sostenerse con una publicidad "mocha", que aparte del por ciento de agencia, el "pronto pago", el descuento de Itebis, tienes  que darle la mitad de lo que queda a un intermediario.

Es una realidad que muchos desconocen, y por eso el negocio de la radio al final es "puro bulto".

Claro, para los políticos hacer campaña es "un palo" tener emisoras de radio, como tiene Leonel Fernández,  toda una cadena, a base de testaferros, listas para cuando llegue la campaña.

¿Qué cuales son?. ¿Y hay que decirlo...?. Caramba, quieren que uno lo diga todo, siendo algo "vox populi".

Bueno, ya no es una emisora de radio, es una playa...¡Cuánto han cambiado las cosas!...Así cualquiera vuelve a la radio.
No es lo mismo trabajar con ella que con Tito Campusano...

Y cuando la música “rompe”…

Mejor les hablo de por qué la payola "tumba" algunas emisoras de radio.

El verdadero programador pauta en la estación la música que va con el target de público al que se orienta.

De ahí que hay estaciones especializadas en rock, tropical, baladas, urbanas,  como también existen las interactivas y las religiosas, como parte del abanico de ofertas abierto a todos los gustos y preferencias.

A una emisora orientada a un  público adulto contemporáneo en un género determinado, usted no le puede alterar el patrón musical de preferencia con temas que no estén en los lineamientos y criterios que definen la programación de la radioestación.

Eso "rompe", "tumba", "hiere" al radioyente, aunque no lo "mate".

Y no "mata", porque el oyente "se quita o se agacha"  rápidamente  cuando oye el "disparo".

Cuando usted le mete a su audiencia un tema que no va, que no encaja, es como si le disparara a mansalva, y a nadie que le entren a tiros se  va a quedar parado esperando a que lo hieran. ¡La huida es inminente!.

Ahí es que viene el problema de los que cogen todo lo que le llevan y le dan. Pues no les importa mantener una pauta delineada y coherente, por estar agarrándolo todo.

No dañe una emisora que no es suya, que tiene un dueño, aunque no sepa de eso, porque a final de cuentas su permanencia en el cargo va a depender de su desempeño, en un medio muy voraz, que se traga las mejores intenciones y los mejores proyectos.

Si es de los que negocia con la pauta musical de una emisora, por lo menos hágalo sin perjudicarla.

Johnny Ventura dice que la payola en la radio es un "mal necesario", pero ya que no se puede evitar, por lo menos hay que preocuparse por organizarla.

Parece mentira que hay asociaciones de disco jockeys, de esas que promueven música en las discotecas, que les rechazan temas a los artistas cuando no les ven condiciones.