LAS CARTAS QUE LLEGAN

Crónica del último día

                 

Mientras la pléyade amarraba sus amarguras a las patas del año que partía, y entre fingidos brotes de alegrías repartía sus mejores deseos traídos en sacos rotos, con las excepciones de los pocos que se suponen sinceros, yo estaba solo, y me sentía terriblemente mal. Nausea, dolor de cabeza, fiebre alta, los músculos desinflándose y los huesos desintegrándose junto a las articulaciones que parecían desarticularse. En tanto, mi piel, incluso la del rostro, ya desaparecidas las arrugas por la inflamación, se cubría de dolorosas erupciones con diferentes tonos y dimensiones. 

El espejo me decía: “Estás acabado.

Llegó tu fin” Y tenía que creerle. “El espejo nunca miente” Me dije. Y tan seguro estaba, que me encerré en mi habitación y me derrumbé en la cama a esperar la muerte.

 Cuando ¡al fin! Llegó -pues probablemente lo hizo- no encontró por donde entrar. Tocó la puerta. Sí, eso supongo, pero no la escuché. Debí quedarme dormido.

Fin

 O.M.C.

Esta puede ser una extraña forma de decirle a mi familia, amigos y conocidos, que sobreviví al 31 de diciembre, mientras el 2014 agonizaba, y todos festejaban, pero la verdad es que por momento quise llamar a alguien, y alertar sobre mi situación. Si no lo hice, es porque no me gustaría que el último día de mi vida me consideraran un agua fiesta. 

Por eso, aun bajo las amenazas constantes de la muerte, pensaba en todos los que quizás no pensaban en mí. Hubiera deseado compartir  en esos momentos, aunque sea un abrazo virtual con ellos, con los que me conocen o creen conocerme… Con algunos pude hacerlo, y ahora lo hago contigo, deseándote un año 2015 lleno de oportunidades y de salud plena, para que puedas concretizar los buenos deseos que recibiste a la partida del 2014. Así sea, por la gracia de Dios y del Universo que compartimos. 

Oscar Mendoza Camino 

(Ciudad Colonial, Santo Domingo)

Desde Alaska

Joseph, ¿cómo estás?

Victor desde aquí Anchorage, Alaska.

Me rei mucho en el concierto Telemicro, todos los artistas que llevaron traje o saco le quedaban chiquito, que apenas se podían abotonar el botón.

Preguntenle a Yiyo y a Toño, con todos esos chichos parecían al muñequito de la rueda Michelín. 

Una jartura de año nuevo y después arrancar  a tocar.

¡Llévatelo Calcaño!, como decia Silvio Paulino que en la gloria esté.

Desde el portaaviones  USS Abraham Lincoln

Saludos gran Joseph:

Escribo para desear felicidades a tí a todos los que integran el staff de Merengala, al igual que a los miles de lectores, una lluvia de bendiciones para todos.

Te escribo desde el USS Abraham Lincoln, desplegado en servicio en el Golfo Pérsico, donde soy uno de dos dominicanos asignados  a la embarcación.

Aquí leemos tu página a cada momento  porque es el medio que tenemos para mantenernos enterados de lo que ocurre con los artistas dominicanos.

Cuando vivía en La Vega  escuchaba todos los días   Radio La Vega, tu programa  Arte Nacional, y soy un gran admirador y seguidor de tu trabajo, y amigo de Orlando Flores, El Pastor Alemán que también es vegano y que se dio a conocer contigo

Espero poder pasar las navidades en mi país otra vez, pues no es lo mismo uno celebrar en un barco, muy lejos, que uno estar con el calor de su gente.

Alfredo Gómez Medrano

Lieutenant (Junior Grade)