MAS ALLA DEL FETICHE

Cuando el relevo falla en el montículo, se pierde el juego

Se le pide a los artistas clásicos del merengue que aúpen a los nuevos valores y a las figuras emergentes de la música, de manera que se pueda producir un "relevo generacional", que ayude al género de nuevo a proyectarse, aunque se de "carambola."

Más que una petición, es una exigencia, formulada a veces de manera imperativa y grosera.

Se les acusa de ser los responsables de que no haya una nueva generación de artistas que puedan potenciar al merengue en los nuevos tiempos. Más aún luego del fallido y malogrado intento de los denominados "mamberos", con su merengue de calle desechable.

Si se analizara sin pasión, con la cabeza fría, prescindiendo de "la tea y el tizón incendiario", se vería que las principales figuras del merengue han aportado propuestas frescas y nuevas, que lamentablemente  no han caminado lo debido, pese al esfuerzo desplegado y el apoyo que les han ofrecido.

Y este punto lo vamos a "graficar" con ejemplos:

Johnny Ventura creó a Los Potros, y delegó en ellos la continuación de su extirpe y su leyenda, pero por más que han luchado, los "potrillos" no han podido sostener el estandarte del "derby"

Si recuerda bien, la única vez que se acercaron a "su sueño", fue con el tema "Almohada",  que popularizó José José,  versionado a su vez por ellos a merengue.

No hay que descartar el hecho de que, talvez, debido a que Los Potros no despegaron como se esperaba, es que Johnny se ha despedido y ha regresado al "hipódromo", más de una vez.

El mejor ejemplo lo tenemos en las navidades recien pasadas, en que, al caer diciembre, el Caballo Mayor se vanagloriaba de haber tenido una agenda extraordinaria, tocando dos y hasta tres bailes diarios, durante todo el mes.

¿Y quienes acompañaban a Johnny, que como saben, ya no tiene orquesta?. ¡Los músicos de Los Potros!.

Debieron ser ellos los de la  agenda llena. Sin embargo, de no haber sido por "Papá Ventura", Los Potros  "no hubieran visto a Linda", en navidad ni año nuevo.

¿De qué  relevo generacional están hablando, Bobby?.

Luego está El Mayimbe, que incluyó en su orquesta  y le dio apoyo a sus hermanos Angelito y Aramis, que terminaron formando tienda aparte, y al final.... "volare, cantare...nel blu, dipinto di blu"...como dice la canción de Domenico Modugno.

Sergio Vargas  y sus hermanos con Kaki Vargas, y Johnny Vargas. ¡Puro fetiche!

Rubby Pérez, que ha tenido a su hija de corista, y  o se ha atrevido a soltarla.

Hasta Carlos Alfredo, "coqueteó" con una relevo cantante que catapultó desde un premio  Casandra, pero al final "ni fu, ni fa."

Esto sin contar a Rafa Rosario y Rafely, de lo cual es mejor no decir nada para no llorar...

De  Toño Rosario, sus hijos Minimo y Anthony, ni minimamente  han podido colgarse de una de sus extensiones, a las que le dicen "trenzas"

Por ahí andan los hijos de Anthony Rios, el verdadero y el postizo, buscando valla, sin poder brincar la cerca.

Lo propio hicieron en Puerto Rico Jossie esteban y Ringo Martínez,  con Zona Roja y Caña Brava. ¡Qué bravos!

Como pueden ver, en practicamente todos esos casos hay una relación estrecha, de familia, y como dicen, "la sangre pesa más que el agua", pero en cada caso se ha llevado a los relevos al fondo, "sin querer queriendo", como decía El Chavo.

No es verdad que estos padres no han querido proyectar a sus hijos, como dicen. Que son egoistas, que no les interesa darle paso a las nuevas generaciones, si hasta con su prole, que es algo sagrado, lo han intentado y no han podido.

Los "teóricos" deberían dejar su alharaca, sus chirridos y vocinglería barata, y analizar los hechos desde una óptica de acercamiento más certera, y no dejar que las ramitas  les impidan ver el bosque.

¿Si eso sucede con los hijos y los hermanos de esos artistas, con experiencia, fama, dinero y relaciones, qué no será  con aquellos que no tienen a nadie?.

La salida al montículo de los relevista no se ha limitado a los equipos de los cantantes de los cantantes...

Cuando la joven cantante Grissell Báez, del grupo Mandarina, y luego de las Chican, se casó con Rafael Corporán de los Santos. Este la lanzó como solista, en la época en que tenía 60 emisoras de radio, y le hizo su propio show en Sábado de Corporán,  en La Hora Estelar, producido por Yaqui Núñez. ¿Y qué paso?...¡nada!. 

Y no por falta de talento, porque Grissell en ese tiempo estaba en plenitud de posibilidades,  joven, bonita, cantando bien.

Y el Viejo Corpo con todo el "power" en esa época, sus relaciones, sus emisoras, y la de sus amigos, Cadena Sur internacional,  podía llevarla al tecvho de la popularidad y la fama, pero no  pudo. El esfuerzo se hizo...

Es que se ha creado un mito de que la gente se pega invirtiendo dinero, sonando mucho, y estando "como el arroz blanco" en todas partes.

Si así fuera, muchos de los que no han podido, con todo y los millones invertidos, hubiesen tenido un final feliz, y no fatal.

¿Cuánto dinero no se ha gastado Issa Gadala  poniendo en peligro su tienda de celulares, y con todo  y que ganó dos premios Casandra, y firmó con una multinacional, probando con todos los géneros (bachata, balada, salsa), nunca con él ha pasado nada?. ¿Dónde está Issa Gadala?.

Lo que sucede es que en este medio muchos viven de mentiritas piadosas.

El público, la gente, es la que dice en definitiva quien es el que va, y el que no. 

Las burbujas, cuando se lanzan, son muy bonitas, pero de muy efímera existencia. Pero no le echen la culpa al jabón, ni a quien las lanza, sin reparar en el  entorno y en un medio hostil.

Algunos botafumeiros se llenan la boca de humo pidiendo que los "viejos del merengue" se retiren, para que den paso "a la nueva generación", lo cual ha devenido en un cliché, en una estrofa del Canto del Fantoche Lusitano...

Es falso que la presencia y vigencia de los merengueros de los 80 impida el surgimiento del nuevo talento, como proclaman algunos descerebrados.

Se deberían tomarle la palabra para hacer la prueba...Ponerse todos de acuerdo y retirarse aunque sea por un año, a ver qué pasa.

De seguro que no soportarían el vacío, ante la incapacidad de la llamada nueva generación para relevarlos.

Probado está, que donde Dios  no puso no hay. Aunque artificialmente se hagan cosas tratando de clonar la divina creación...

Wilfrido es clase aparte...pero "llegó el pavo"...

He dejado a Wilfrido para último, como un capítulo aparte, pues se trata del artista que mayores aportes en proyección de figuras y de talento  ha hecho en toda la historia a la música dominicana, aunque algunos no lo quieran reconocer.

Wilfrido en pleno apogeo de su carrera en los años 70 formó a Los Hijos del Rey, con Fernando Villalona, Raulín, Bonny Cepeda y Los Kenton.

De un "foetazo" reunió en una orquesta, a 4 figuras que de manera independiente posteriormente se sustentaron como entes apartes en el merengue y la salsa, escribiendo cada uno un  apítulo en la historia de nuestra música.

Asumió el proyecto de Las Chicas del Can, creadas por Belkis Concepción, la orquesta femenina de donde surgió Miriam Cruz, la Diva del Merengue, actualmente una de las figuras más sólidas del género, capaz de darle "agua a beber" a muchas agrupaciones masculinas. Miriam fue una creación del maestro, y nadie lo puede negar.

Qué decir de sus aportes  con  the New York Band, con Magda Lake, Cherito, Irisneida.  

De Jossie Esteban y La Patrulla 15 en San Francisco de Macorís...

De Altamira Banda Show. 

Nunca olvidar el detalle de que acogió en su orquesta como cantantes a figuras que luego se convirtieron en líderes del merengue como Eddy Herrera, Rubby Pérez.

Si de aportar figuras  como relevistas del merengue se trata, a Wilfrido hay que hacerle como homenaje un  monumento, y no ser mezquinos. 

Claro está, en una época donde replicar se podía, pues no es lo mismo ni es igual generar nuevas figuras, en los tiempos del cólera,  con la denominación de orígen de los viejos esquemas, en días mutantes como los actuales en que Wilfrido, ya menguado, si lo comparamos a otros años, no ha sido capaz de colocar en el lugar que se merece a su talentosa hija Alina, con lo cual se cumple aquello de que "ya la pava no pone donde ponía".

Porque "llegó el pavo". Y el que no se haya dado cuenta, que le pregunte a Silvio Mora.