Recordando...

Cuando el productor se quiere comer el producto…

Cuando Vielka Verónica Valenzuela ganó en el 1994 el concurso Miss República Dominicana nos vimos en la necesidad de asumir una defensa pública, que comprometía al periódico El Nacional, pues desde la columna Arte Nacional  lanzamos varios  "misiles" tratando de contener acciones que se habían emprendido en contra de la muchacha tratando de aprovecharse de ella.

Penoso, que desde el entorno de los organizadores se lanzaran a hacer propuestas indecentes, en procura de poder dar la "mordida de la boa". De lo contrario le iban a boicotear el reinado.

Con otras que habían sido reinas, talvez le resultó la presión, el chantaje y el asedio, pero Vielka, como dicen, se "paró en dos patas", y le puso "un stop" al pretensioso.
Apenas contaba ella con el apoyo de su madre. 

Sin embargo, recibí una llamada telefónica de su pasdre agradeciendo lo que habíamos hecho, y de paso nos comentó  que había sido amigo de nuestro padre, José Cáceres Flores, y que llegaron a trabajar juntos, cuando papá como oficial del Ejército Nacional, laboraba en la seguridad de la Cementera.

No nos importó enfrentarnos al poder de un empresario fuerte, con medios en sus manos, porque entendíamos que aparte de indecoroso, era una insolencia el tratar de conseguir favores de una mujer de ese modo.
Nuestra actitud en defensa de las mujeres asediadas y maltratadas no es de ahora, como se puede ver.

Luego Vielka estuvo como animadora en el popular programa Ritmo del Sábado con Frederick Martínez "El Pachá", que como recordarán fue toda una sensación.
Hasta que se cansó del limitado ambiente local y se marchó a México, en buscar de un mayor desarrollo profesional.
Y ha podido hacerlo en un medio muy cerrado, por su nacionalismo visceral y ancestral, lo cual tiene un gran mérito.
Sin embargo, de sus actividades es poco lo que se escribe y se comenta aquí, quizás por el hecho de que no  tiene manejo de relaciones  públicas.
En uno de los viajes que hicimos México, Ramón Glas, de Merenglas, nos puso en contacto con ella, y conversamos, pero se concentró en una especie de dolor o queja.

Y es el hecho de que aquí nunca se le ha reconocido su trabajo  en los premios de Acroarte.
Y nos lo dijo siendo nosotros presidente de la Asociación, y le dimos la razón.

Quizás otras directivas  pudieran enmendar y corregir  el olvido, pero tampoco ha sucedido.
Hay un premio dedicado al Comunicador Destacado en el Extranjero, instituido en los últimos tiempos, pero en la mayoría de los casos se le ha otorgado a cronistas deportivos, que tienen ya su premio.

Son de las decisiones absurdas a las que nos hemos opuesto y lo hemos dicho en más de una ocasión.
Pero en Acroarte hay miembros que, más que nada, son también cronistas deportivos, que siempre han defendido a su gente.