jueves, 15 de enero de 2015

Se regó Euclides de nuevo

Arremete de nuevo contra los urbanos
El intelectual Euclides Gutiérrez Félix arremetió nuevamente contra la música urbana, calificando a sus exponentes como  “una barsa de feos con una gorra pa’tra”.
De igual manera aludió al tema de las denominadas “chapeadoras”, recordando que a mitad de siglo se le denominaba “peladoras”.
“Óyeme, un país que margina los matices de su personalidad como es la música; hay una barsa de feos con una gorra pa’tra, dizque música urbana; ¿y qué es lo que es la música urbana?. Yo soy músico, catorce años yo fui músico, desde los nueve años; yo no sé lo que quiere decir la música urbana; eso es una expresión de falta de educación y de criterio”, declaró Gutiérrez Félix en una comparecencia en el programa Hoy Mismo de Color Visión.
Y añadió: “Hay uno que mandó a callar al director de la Orquesta Sinfónica. Uno que se llama Diego la Aldaba o Diego la Traba, qué se yo. Y eso la gente lo ve como una cosa normal”.
Aludía a Don Miguelo, que fue el del altercado verbal con el maestro José antonio Molina, director de la Orquesta Sinfónica Nacional, reseñado como uno de los escándalos del 2014, pues trascendió a nivel internacional.
No es la primera vez en que Euclides arremete contra los urbanos, pues en mayo del 2012 escribió el siguiente artículo en su columna de El Nacional:
CRÓNICA DEL PRESENTE
(XXIX)
Euclides Gutiérrez Félix
En la verdad histórica de los hechos, fue a partir de 1970 que comenzó ese proceso de transformación, en términos culturales y musicales en el país, particularmente en la ciudad capital. Hasta ese momento la orquesta de Luís Alberti amenizaba todas las noches en el patio español del hotel Jaragua, bailables que comenzaban a partir de las 9; la orquesta de Rafael Solano, por su parte, amenizaba en el patio español del hotel “Paz”, hoy Hispaniola; y en la Ciudad Colonial, en el antiguo hotel restaurant El Conde, convertido en restaurant Panamericano, amenizaban diferentes conjuntos musicales, que al igual que la orquesta Santa Cecilia de Luís Alberti y la de Rafael Solano, interpretaban la música folklórica dominicana que cantaban toda una gama de intérpretes populares que encabezaban Pipí Franco, Joseíto Mateo, Vinicio Franco, Francis Santana, Frank Cruz, cantante del conjunto de Félix del Rosario y el Negrito Macabí, que además de cantar, con esmerada entonación, bailaban solos al frente de esas orquestas.
Apareció, como ola indetenible, toda esa basura “musical” que, en poco tiempo desnaturalizó las esencias de la música folklórica dominicana, desapareciéndola, no como borrador en pizarra, sino como lanilla húmeda, que no deja rastros de lo que en la pizarra se había plasmado. Enterraron, si cabe la expresión. Desaparecieron de la memoria del pueblo, los nombres y las interpretaciones por “perico ripiao” conjuntos típicos y orquestas de los merengues auténticos y tradicionales de nuestro folklor; no volvieron a escucharse jamás “Juan Gomero”,  “La Batuta”, “Compadre Pedro Juan”, “Dolores”, “Vete Lejos”, “Hatillo Palma”, “El Pelero”, “Juanita Morel”, “Fiesta”, “Leña”, “Loreta”, y entre los más populares, “Caña Brava”, “Los Saxofones” y “El Chivo”, inventándose que este último, merengue que pertenece al folklor de autor anónimo desde hace más de sesenta años, fue inspirado como expresión cultural del ajusticiamiento de Rafael Trujillo Molina.
Comenzó a imponerse, como hemos afirmado, toda esa basura “musical” en la cual la ausencia de la prosa folklórica maliciosa, rica, con extraordinaria picardía, hacía de nuestra música un paradigma de los países hispanoamericanos. Solamente el son, cubano, tiene la belleza y el ritmo hermoso y sensual de nuestro auténtico merengue.
Se han compuesto por docenas, con letras repletas de pornografía insolente e irrespetuosa, un absurdo que llaman “merengue de calle”, que además de risa, genera entre quienes los oyen compasión y más que compasión pena por la pobreza ridícula de los que cantan y bailan.
Además de esa pobreza el nombre o calificativo, o mejor dicho, auto calificativo de los “artistas” que los interpretan: “El Cata”, “Vakeró”, “La Aldaba”, “El Ziper”, “La Bragueta”, “La Muela”, “El Colmillo”, Etc.




8 comentarios:

  1. Muy lamentable ver a una persona como esta criticar a jovenes por su genero musical,estos comesolos no dejan vivir a nadie ,todo lo quieren para ellos y mren a este lleno de prejuicios y atrazado culturalmente,mas bien parece un republican de la decada de los 50 en Estados Unidos.

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    1. Euclides tiene toda la razon. Son unos vulgares y no tiene que ver con politica,

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    2. Se nota que tu eres uno de esos chopos con gorro pa'tra

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  2. Viejo charlatán ya usted está resurge viejo deje que la juventud gose su género y lo que le gusta.

    Que lleve la orquesta sinfónica al estadio olímpico aver que públicos hira.

    Y tu ves eso viejo así cuando joven buscarlo eran más fresco que la juventud de ahora.

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    1. Chopotillero por Dios, ay ay ay... Chopo, chopasoooooo, coño!!!!

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  3. Totalmente de acuerdo esa musica ha sido un atraso bien grande a la juventud.

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  4. Totalmente de acuerdo con Euclides.

    Esa basura no puede llmarse música, y sus exponentes son solo un grupo de analfabetos musicales y analfabetos funcionales.

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  5. Este señor me cae muy mal, pero coincido con él en todo lo que dijo

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NIURKA BAEZ,
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