¡Te están vigilando!

Hasta el medio artístico está vigilado y lleno de calieses

Aquí todo el mundo está "chequeado", vigilado, y nadie se da cuenta...

Se creen infalibes, libre de toda sospecha, sin darse cuenta de que les tienen grabaciones telefónicas, fotografías, videos, de todos sus actos y actividades, como también un seguimiento a traves de la Internet.
Desde que la CIA entrenó a dominicanos en el arte del espionaje, al comienzo de los doce años del gobierno de Balaguer, nadie se libra del ojo observador y "percutor" que todo lo ve y lo sabe, por un tema de seguridad, que viene desde la época del Servicio de Inteligencia Militar (SIM) de la era de trujillo, donde usted no podía ni siquiera escuchar emisoras de radio extranjeras, porque lo detectaban y acusaban de estar conspirando.

Y luego llegaron los equipos israelíes durante el gobierno de Hipólito Mejía que todos saben quién los trajo.

Lo último en la tecnologia de espionaje sofisticado.

Hace tiempo que el empresario artístico que se dedica a esos menesteros no está solo.

Por cierto, recuerdo que una vez, trabajando en televisión con Yaqui, en el programa Enhorabuena, nos mostró con mucha discreción una sesión  de fotografías de una película pornográfica que unos extranjeros habían filmado en Juan Dolio.

En las fotos se veían actores porno en escenas"calientes" con muchachas dominicanas.

Unos amigos del DNI le habían suministrado esas fotografías a Yaqui, que fueron tomadas sin que los realizadores de la película se dieran cuenta, y que fue el resultado de una labor de vigilancia de las autoridades, que por cierto, no intervinieron ni se opusieron a que en un área de una playa dominicana se hiciera ese tipo de rodaje.

Pero, había constancia del trabajo que se estaba haciendo usando muchachas lugareñas.

Lo que Yaqui no sabía era que a él también lo tenían vigilado.

Que el DNI le puso agentes encubiertos disfrazados de camareros  y mucamas que le arreglaban la habitación en una ocasión en que  el estuvo alojado en el Hotel Matum de Santiago.

Lo que procuraban saber no lo vamos a decir por respeto al productor de programas ya desaperecido, pero un jefe del DNI en Santiago, en una  fiesta navideña de la institución amenizada por una orquesta con la que andábamos,  nos contó en medio de tragos los detalles de la operación que le habían montado a Yaqui.

Por cierto, nada de lo que deseaban averiguar lo obtuvieron, según nos dijo.

Al difunto Rafael Corporán le tenían agentes a su alrededor, que eso no tenía madre.

Desde siempre eso ha existido a todos los niveles.
En la ocasión en que la policía nos puso un servicio de seguridad para protección, conversaba mucho con el fenecido coronel Moncho Henríquez, en la época en que era Jefe del Servicio Secreto bajo el mando del general Nei Nivar Seijas, Jefe de la Policía.
Nos contaba Moncho, que el doctor Joaquín Balaguer siendo presidente le pagaba un  salario extra "por la izquierda", para que le hiciera un trabajo especial, confidencial, personalizado.

Moncho, aparte de sus funciones en el Servicio Secreto, tenía la misión de mantener "chequeados" a los generales jefes de las Fuerzas Armadas en su gobierno,  y rendirle informe al entonces presidente.

Es decir, que aun cuando eran jefes a su servicio en el gobierno, el doctor Balaguer vigilaba sus pasos por dentro.

Moncho nos hizo esa revelación, pero al mismo tiempo nos dijo algo  que demuestra hasta qué punto, y de que manera, se realizaba el espionaje de estado.

"Balaguer me pagaba para que le vigilara a los generales y los jefes de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas. Pero yo, como no pendejo, sabía que el doctor le pagaba a otro para que me vigiliara a mí".

Cuerda grande cogió Balaguer cuando se dio cuenta de que un famoso interventor de teléfonos, que tenía pinchados los teléfonos de todos los políticos de oposición,  tuvo el descaro y  cometió la osadía de pinchar e intervenir el del presidente.

Preso cayó el espía, pese a que trabajaba para el gobierno...

La práctica de estar urgando y averiguando la vida de los políticos, los empresarios, funcionarios del gobierno nunca ha cesado dizque por un asunto de "seguridad de estado".
Lo que sucede es que no lo van a admitir, pero es una actividad que siempre se ha  mantenido en todos los gobiernos.

Hasta a los curas los vigilan, aunque con el Padre Rogelio no les salió, porque el controversial y guapo sacerdote, como recordarán, le dio una pedrada a un agente encubierto que lo vigilaba, por cuya acción se hizo famoso.

El trabajo de vigilancia encubierta siempre ha sido un buen negocio para quienes lo asumen con rigor como profesión. Si no, pregúntenle al empresario artístico que nunca ha dejado  de espiar, y hasta lo admite entre sus amigos.

Pero ya no está solo, como antes. 
Las nuevas tecnologías han facilitado el trabajo del espía, y ahora hay más agentes y empresas encubiertas.

Por eso se sabe  los funcionarios del gobierno que son "gays", lo que hacen, y donde se meten.

Incluyendo uno que después de las doce de la noche  se convierte en "la Cenicienta" para que el Príncipe le encuentre "la zapatilla".
O se disfraza de la Caperucita Roja para que el  lobo feroz "se la coma" , o le da con jugar  a "La Bella Durmiente del Bosque".

Aqui se saben y conocen todos  los pasos de las megadivas, y los hombres con que andan.

Las que han "brincado la tablita" con Miguel Vargas, Victor Díaz Rúa, y los deslices de Diandino el del Metro.

Las escapatorias, en otros tiempos, de Leonel Fernández a una villa de Casa de Campo.

El lugar donde Peña Gómez tiraba sus canitas al aire en los altos de la Publicitaria Brinio Díaz en la calle El Conde.

Las "queridas"  de Bello Andino y el general Pérez Bello.

Las visitas de Domingo Bermúdez a la casa de "las rusas" en la entrada de Arroyo Hondo.

El famoso escándalo de la presentadora de televisión que engañaba al dueño del canal.

En la farándula hasta a los artistas les tienen su chequeo, como a Johnny Ventura, a Sergio Vargas, y a otros que nos vamos a reservar.

Esto sin contar los líos de falda de las mujeres de la televisión y  del medio artístico, con empresarios y funcionarios, porque nunca esta de más conocer lo que hacen hasta en su intimidad, por un tema de seguridad, y a veces de chantaje.

Cuidense de ciertas figuras,  como asistentes, maquillistas de canales, choferes, camareros, seguridad, trabajadoras domésticas aparentemente inocentes, algunos técnicos  de empresas de servicio, que cuando les convienen los sustituyen por agentes que entran a su casa y se la llenan de micrófonos espías sin usted darse cuenta.

Cuidado, que te vigilan...