El arte de vender sexo en la calle

El carnaval de “las chapas que vibran”

El procurador general Francisco Domínguez Brito es de los pocos funcionarios públicos que se abren a la intimidad del hogar, como lo demostró  en la ocasión pasada en que subió a las redes sociales, fotografías suyas fregando los platos en su casa. 
Un oficio que pocos hombres realizan...Sobre todo de su nivel y rango social, donde siempre se dispone de servicio para el trabajo doméstico.
Probablemente el procurador no solo tenga una, sino varias sirvientas, pero para meterse "en chercha" subió esas fotografías realizando labores domésticas.
El procurador no solo lava los platos de la casa...Ha querido también limpiar las calles de prostitutas, en una especie de "misión imposible", según dicen algunos, talvez inspirado en muy buena fe, pero nada peor que pretender aplicar correctivos a "los males", dejando en manos de  "los malos" realizar las tareas y el trabajo de campo.

Se dispuso que sean apresados quienes sean sorprendidos procurando los servicios de prostitutas en las calles, y para la ocasión dijimos  que el tema devenía en puro fetiche, pues mientras se acciona contra las callejeras, la gran industria de la prostitución se ejerce por "sex call center"y la venta "por catálogo", donde hasta funcionarios del gobierno, diplomáticos y militares usan los servicios de las sexoservidoras por cita y por encargo, con "special delivery" a cualquier parte. ¡Hasta a La Romana y Punta Cana, llevan mujeres desde aquí solicitadas por encargo para dar servicios  por "delivery" en algunas villas!

¿Y qué está ocurriendo aquí en la en la calle?.  
Agentes de la Policía y de la  Politur, según las denuncias que tenemos, se están dando a la tarea de apresar a turistas y a extranjeros, a quienes encuentran subiendo en sus vehículos a mujeres de la calle.

Los amenazan con llevarlos a prisión, y hasta con deportarlos, por "violar las leyes del país" en esa materia, y el asunto termina resolviéndose mediante el pago de sumas de dinero, que llegan a veces a los mil dólares o euros, que los extranjeros chantajeados pagan a veces hasta gustosos, dando las gracias a los policías por por "ayudarlos".

No  es casual que sea tan efectiva la vigilancia de  agentes en la avenida Sarasota por los alrededores del hotel El Embajador, por la Independencia cerca del Sheraton y el Jaragua.

Algunos huéspedes que se alojan en esos hoteles suelen salir  de noche a "picar" en la calle, y terminan siendo ellos  los "picados" por los agentes.
Y como se trata de situaciones "underground", del mundo de las pasiones internas, se asume una actitud de indiferencia, de "dejar hacer y dejar pasar". 

Igual ocurre con unos llamados "centros de masaje" que operan en la calle El Conde, especializados en "conquistar" con unas "promotoras" a extranjeros y turistas que pasean por la vía peatonal.

A los que caen en el "gancho" de permitir un "masaje terapéutico" o con "final feliz o completo" lo "clavan" con mil y hasta 2 mil dólares, lo que ha generado más de un conflicto.

Algunos de los turistas se han quejado de lo que consideran una "estafa"en la oficina de la Politur tiene en la calle El Conde. Pero como se trata de un "servicio muy personal" nada se hace para evitar ese trato a extranjeros ingenuos, sin experiencia de calle que incurre en deslices que salen tan caros.

Porque después de todo se trata de una lucha contra la prostitución "minusválida,  de careta y fachada", que anda en sillas de rueda.

Mientras tanto, al otro lado de la máscara carnavalesca, se procura promover el turismo gay en el país.

Y que siga la fiesta...baila en la calle de noche, baila en la calle de día.

¡República Dominicana lo tiene todo!...