El domingo es feriado o festivo en casi todos los paises del mundo, con excepción de los islamitas y judios que lo tienen viernes y sábado. En nuestro país, la Coco Band dice que "el domingo se hizo pa' bebé, el domingo se hizo pa' chupar".

Banalizacion de la riqueza y la cultura

La ostentación de los exponentes urbanos, tan recurrentes y proverbiales, la tomamos como una gracia, una  chercha, que en el fondo no pasa de ser el espejo roto de una vida pasada muy pobre, de insuperables falencias que de forma inequivoca son la expresión de una vida carenciada de buena formación, educación y buen gusto. Son el sonido cercano de la sinfonía sin música del nuevo rico, en su afan de demostrar riquezas, que como ya hemos hablado, se expresan en comprar un automóvil de lujo y lo disfrazan, poniéndoles accesorios y "firifollas" que le abaratan la imagen. De igual manera  algunos que no saben administrar la fama y la popularidad, y tratan de llamar la atención a como de lugar, verbigracia el letrero gigante  que Cheché Abréu le puso al cristal trasero  de su Ford LTD negro que decía "Llegó la Negra Pola". O que van a la Galería de Arte Nader, compran el cuadro más caro, y cuando  lo ponen en la pared de la casa, lo colocan al revés porque es una pintura abstracta y no saben de eso. En la casa sazonan un filete como si fuera un bistec, se beben un Blue Label con Cocacola o Fanta, y para justificar su ignorancia dicen que es una asunto de "gusto". Se visten con ropa cara, de marca, pero el vestido no combina con los accesorios ni los zapatos. 

En un viaje a Europa una vez, fuimos invitados por una amiga que ocupaba un cargo diplomático en Berlín a una parrillada casera casera.

Nos pidió que le acompañáramos a ir a comprar los cortes de carne premiun que deseaba ofrecer a sus invitados en la tarde de un domingo.

Nos llevó a KaDeWe, (Kaufhaus Des Westens) uno de los delicatessen más famosos y grandes de toda Europa, con más de 100 años de fundado, una oferta con más de 33 mil exquisiteces, donde es posible encontrar 1,300 clase de quesos, caviar beluga albino, sales de Hawaii, terrinas de foie grass, almejas gallegas, trufas negras y blancas, azafrán en hebras, jamón de jabugo, vainillas de Tahiti, mostaza con flores de violeta, chocolates de Madagascar, Brasil y Costa de Marfil, salmón ahumano noruego, jamones de cerdo de Westfalia, y ahumados de Holstein.

-¡Y qué es esto!, cierto es que esto es lo más grandioso en comida gourmet y alta gastronomía, pero tú lo que quieres es carne para tirar a una parrilla.

-Ah si, es verdad...Vamos a una Fleischerei (carnicería).

Moraleja. La amiga quería deslumbrarnos, para hacernos ver que tenía un elevado gusto gourmet, adquirido luego de varios años residiendo en Alemania, lejos, muy lejos del barrio Los Pepines en  Santiago su lugar de origen.

Señal, señores, que donde quiera se cuecen habas.

No solo  los urbanos meten por ojos boca y nariz sus bienes y riquezas, sino también los nuevos ricos y la nueva "casta".

No hay palabras más grandiosa y con más implicaciones comprometedoras que cuando estás compartiendo con una persona, que tiene como Baninter "todas las posibilidades",  que te dice: "Pide por tu boca" o "Tu boca es tu medida".
O sea, que te está autorizando  a comer o beber lo que quieras, sin límites, lo que lleva a veces a excesos imperdonables, como son los de ordenar más comida de la que puedes ingerir, o algo tan exoótico o costoso, que no lo disfrutas bien, porque nunca lo has comido y haste te puede  hacer daño.
Peor aún,  hace que algunos pidan para llevar a la casa, lo cual no entra dentro de los códigos de etiqueta y protocolo, de las personas educadas,  y con un a cultura gastronómica.
El "pide por tu boca" o "tu boca es tu medida" hay que saber a quien decírcelo, porque hay gente que se lleva la vaca entera, y hasta el becerrito.
Pero yendo más allá de la intencionalidad de las cosas, ahondando para no quedar en lo artificial, debemos concluir en que cualquiera de las dos expresiones conlleva una connotación ostentosa con la que se pretende disfrazar un pasado pobre y barato.
El que le diga a usted que "pida por su boca" de seguro es un nuevo rico, alguien que fue muy pobre, que le quiere de ese modo enrostrar su poder, sin darse cuenta que en ese afan desmedido en vez de halagar puede ofender.
Claro está siempre y cuando no sea  una "chapeadora" sin educación hogareña, que le dan luz verde en una boutique para que escoja de regalo un vestido y se quiere llevar la tienda entera. Ahi no hay ofensa.
Pueden envolver por igual una intención comprometedora, sobre todo cuando parten de un chacal de  los que beben Don Perignon y Cristal en las discotecas, rodeado de mujeres champagneras, a los cuales les hacen coro ciertos faranduleros, a los que les encanta que les digan "pidan por su boca".