Uno ve las cosas ahora en lontananza y se ríe, pero a decir verdad, aparte de lo protocolar, lo serio y formal, el premio Soberano, antes Casandra, recrea a veces situaciones muy jocosas y divertidas, que pienso son las que más marcan y se quedan. Y es que el humor, después de todo, ocupa una parte importante en la cultura de los pueblos, como elemento catalizador y parte de su idiosincracia.
Y por más problemas que tenga, nadie le saca más filo a las cosas que un dominicano, buscando la parte divertida hasta de las tragedias.
Por eso somos un pueblo y un país tan especial.
El dominicano tiene entre sus características que se le ríe a cualquiera y lo bufea en su cara.
Del Soberano se pudiera escribir hasta un libro anecdotario, que iría desde Rafael Corporán de los Santos catalogando una estatuilla como "su biberón", al momento de recibir el galardón por su programa, como también el hecho de agradecer a la cerveza competencia de la que patrocina el premio, cuando le entregaron el Gran Soberano.
La marcha caravana de Marcel, en protesta porque no fue nominada como Cantante del Año.
Un recorrido por calles de la ciudad, con fans que portaban carteles y un batton ballet, verdaderamente simpático y chistoso.
Marcel se dejó sentir con esa protesta carnavalesca, lo cual sin embargo no fue visto con buenos ojos por gente que cuando estaban al frente de Acroarte fueron intolerantes con la disidencia y hasta pretendieron someter a un juicio disciplinario al periodista Jorge Jiménez, por ser el relacionador público de la cantante.
La inefable Wanda Sánchez, de tan cuestionable trayectoria, erigida en un tribunal de la Santa Inquisición cargado de máculas y oscuras sombras.
La inefable Wanda Sánchez, de tan cuestionable trayectoria, erigida en un tribunal de la Santa Inquisición cargado de máculas y oscuras sombras.
Muchos vimos, en cambio, la protesta de Marcel como un justo derecho al pataleo. Lo encontramos divertido, como parte de la chercha, del sazón, que debe tener el premio para gozárcelo y recordarlo.
Siempre que no sea algo dañino, es bueno que después del premio, alguien suelte un follón y se arme un reperpero.
Eso le da vida al premio...
Eso le da vida al premio...
La vez que el Pacha se bajo los pantalones porque no lo premiaron.
ResponderEliminar