En la televisión nos patean y golpean...

Las preguntas cliché desechables

En los 80 las preguntas cliché de moda eran “¿qué  usted opina de la liberación femenina?”. (El artista es un gay misógino).
¿Qué opina de la canción  protesta?.
(El entrevistado es cantante de la orquesta de la Policía Nacional en el gobierno de los 12 años)
¿Ha pensado incluir en su producción un merengue?.(El tipo lo que canta es tango)
Y a los artistras acabados de llegar, de visita por primera vez en el país, la pregunta estúpida de ¿qué le parecer la República Dominicana?.
O las preguntas gastronómicas que parecían mandadas a hacer por Blaquiní o el Comedor Independencia de:
¿Ha comido mangú?. ¿Ha probado  la bandera dominicana?.
O si venía de gira Danny Rivera, Lucecita Benitez, o cualquier otro cantante puertorriqueño, de los que traía El Maunaloa, nunca faltaba la pregunta de "¿Estás de acuerdo con la Independencia de Puerto Rico?".

Cuánto sufrir con aquellas preguntas acartonadas, plásticas que parecían haber sido sacadas de un gofio, de los que traían de regalo en el tope un chele, y los "chuflays" con sus muñequitos junto a un caramelo!
Pero a veces aparecía un artista que le ponía la "tapa al pomo".

El mejor de todos era el cascarrabia de José Feliciano, que en una ocasión en que vino al país, en medio de una actuación dijo que le "encantaba la capital dominicana, con su mar azul, y sus hermosas palmeras en el malecón, las cuales había visto muy bonitas, además de nuestras bellas mujeres".
Todo el mundo se quedó asombrado porque se trataba de un cantante no vidente.

Sin embargo,  ello no fue más que un recurso del artista para desquitarse de todas las preguntas estúpidas  que le hicieron en una rueda de prensa convocada en la tarde, antes del show.
José Feliciano maneja la ironía y hace acopio del echavaineo como nadie, así como está ciego.
Recuerdo que también dijo que él y el presidente Joaquín Balaguer eran "enemigos acérrimos y  que no se podían ni ver", aludiendo al hecho de que estaba ciego como él. Un chiste cruel, que lo afectaba también a él, pero que el público se lo celebraba.
No hay cosa que logre más empatía cuando alguien con defectos o limitaciones demuestra que no tiene complejos, y se relaja hasta él mismo, y el mejor ejemplo lo tenemos en Johnny Ventura, cuando fundó el Club de los Monos, y en los Rosario cuando proclamaron que "eran feos pero sabrosos" y permitieron que los promovieran como "los hermanos caradura". La gente los aceptó más, porque demostraron que son auténticos.
Lo mismo hace Jochy Santos cuando permite que su séquito lo relaje en su propio programa.

El caso es que hoy, como ayer, están los cliché en la televisión a dos por chele, y los fines de semana hasta los regalan.
Ya hemos señalado el insufrible “claro que si” de las presentadoras carenciadas de recursos  cuando les dan el pase para hablar o presentar a alguien.
Pero no faltan las expresiones adocenadas que parecen haber salido de  manera secuencial de  una fábrica.

Ya hartan con la pregunta de si un artista va a hacer un "featuring" con alguien... que si va a grabar bachata...que si grabará  merengue…que si es verdad que el merengue está en crisis.... su opinión sobre los exponentes urbanos.
Las mismas preguntas ochentosas de otros tiempos, porque no tienen capacidad como entrevistadores, no dominan la técnica, en la televisión de la chapuza, donde cualquiera aparece hablando plepla.
Nos están dando, y no consejos...