La verdadera historia de Los Limones

¡Pónmelo ahí que te lo vuá partí!

Durante la gira navideña del Conjunto Quisqueya, ahora en diciembre pasado, escuché en dos ocasiones diferentes al amigo Adid Melgen, uno de los integrantes emblemáticos de  la agrupación, refiriéndose a Zaida Ginebra Viuda Lovatón, al momento de interpretrar el tema Los Limones.
Decía Adid que doña Zaida, que Dios la tenga en gloria, le había prohibido el tema al inicio de la  carrera del Conjunto Quisqueya.
Tenía pendiente ese tema, y  es tiempo ya de edificar la memoria con una cucharada de "jarabe".
Hasta cierto punto  se comprende que los integrantes del Quisqueya  confundan el hecho, pues se trata de una agrupación cuyos integrantes residían en el extranjero, pero en modo alguno podemos dejar de hacer la corrección en el tiempo y en el espacio.
La prohibición del merengue Los Limones se produjo en el año 1975 en pleno gobierno de los 12 años de Joaquín Balaguer, y doña Zaida Ginebra viuda Lovatón fue designada como Presidenta de la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos, en el gobierno de Antonio Guzmán Fernández, tres años más tarde. No fue doña Zaida que prohibió ese tema, aunque ella si se encargó de prohibir otros, incluyendo la actuación de Fernando Villalona en televisión, luego de que este se agarrara los genitales durante una actuación en el programa Fiesta de Teleantillas, "privando" en Michael Jackson. ¡Esa si era doña Zaida!.

Quien presidía la entidad era el doctor José María Benso, cuando se prohibieron Los Limones, hecho que provocó una gran controversia en sectores de la prensa de ese tiempo.
¿Quien provocó que ese merengue fuera prohibido?. ¡Zorro!, con una columna que escribió en el periódico El Nacional, que está ahí en los archivos, lo que no nos permite mentir.

Pero aparte de la publicación, a la sazón nos desempeñábamos a la vez como Inspector de la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía, cargo en el que fuimos designado para no solo escribir y criticar en la prensa, sino también para accionar en el terreno, frente a los hechos, función que cumplimos a cabaladidad, sugiriendo la prohibición de temas musicales atentatorios "contra la moral y las buenas costumbres", pero además apersonándonos a salas de cine, para impedir la entrada de niños en las películas censuradas.

Fueron muchos los problemas y los conflictos en que nos vimos envueltos cuando en algunas salas de cine ordenábamos  a los taquilleros y porteros que no permitieran la entrada a los niños que llegaban con su familia, porque eran películas restringidas,  solo para adultos.
Nunca en mi vida había escuchado tantos improperios e insultos, de gente que se retiraba del cine, con sus niños, porque no les permitían entrar, algo que hacíamos por su bien y el de sus niños, pero no lo entendían.

Aquellos eran tiempos de un mayor rigor  en la exigencia y el celo por las normas morales y las buenas costumbres y  el estribillo de "pónmelo ahí que te lo vuá a partir", se asumió con una connotación sexual, de lo cual tratamos en una columna que publicamos en El Nacional hace exactamente 40 años.

Eso bastó para que prohibieran la difusión de Los Limones en la radio

Ello generó una controversia histórica en la prensa, sobre todo por el hecho de que el periodista Miguel Hernández, que escribía una columna de arte en el vespertino La Noticia,  decidió asumir  la defensa del tema

Fue tanto el ruido, que se decidió levantar la suspensión de difusión del tema, lo que a fin de cuentas terminó favoreciendo al Conjunto Quisqueya, pues  con Los Limones la agrupación inicio su ascenso hacia la popularidad y la fama.

Tras Los Limones, el Conjunto Quisqueya se enmarcó en una línea de merengues de doble sentido, pues fueron varios los temas que grabaron en esa vertiente.

Pero no se quedaron ahí, por suerte.

Se registraron como una orquesta de la navidad dominicana, merced a una serie de temas que se quedaron para la posteridad, y que hasta por inercia los mantienen presentes cada año en la temporada. 

Quería precisar el dato, que está documentado, con este "jarabe para la memoria", en razón de que hay hechos que no se deben perder, ni olvidar.