Cogiendo frío...

Poniendo el país en alto

Es sorprendente la cantidad de dominicanos que desarrollan actividades en Estados Unidos, sin que en el país se conozca de ellos. Cuanto hacen el "boom", es que entonces se viene a saber que son dominicanos.
Hacen vida en el mercado norteamericano y parecen no interesarse por el medio dominicano.
Se mantienen al margen de la radio, la televisión hispana, de los periódicos, y ni caso les hacen a los blogueros y editores de páginas digitales de la gran urbe.
Ni los miran, porque para ellos es más interesante la gran plaza. Los que hablan en inglés, no el español. Los que hacen vida social lejos de los clubes y restaurantes dominicanos.
Son gente que no han necesidado nada de sus compatriotas para triunfar. Por el contrario se mantienen al menos del país y de su gente. Y en cualquier oportunidad vierten ácidas críticas contra los dominicanos, su música, su gastronomia estilo de vida y su cultura.
No saben quién es el Mayimbe ni que ocho cuartos es Omega, quien es el presidente de República Dominicana, ni qué cosa es un desayuno que le llaman "mangú", ni una cosa que le llaman sancocho.
Pero, si triunfan aún sea en el mercado norteamericano, no importa que renieguen de su país y su gente.
Para la gran mayoría son dominicanos, que han puesto el país en alto...
Tan en alto, que  cuando dejan caer el país  de tan alto pedestar se rompe en pedazos.

¡Animo, ánimo, ánimo!

Dominicano soy, de sus raíses yo no voy a olvidarme, soy de una raza tan bonita y tan grande

Muchos de ellos son jóvenes que nacieron en Estados Unidos, hijos de dominicanos, que han asimilado la cultura norteamericana, algunos que ni siquiera conocen República Dominicana.
En realidad son norteamericanos que no guardan sentimiento ni fervor por el pa'is de origend e sus progenitores.
Pero desde que trascienden, de inmediato todo el mundo le cae detrás, y los acreditan como dominicanos, sin tener ningún afecto ni ligazón alguna con los "humildes vecinos de Haití".
Pero, ello forma parte de nuestra idiosincracia, de siempre buscar a los que triunfan y trascienden para enaltecerlos.
No hay derecho a exigirle nada a gente que no se identifica con lo nuestro.
Si es apreciable el hecho de que jóvenes en esas mismas condiciones,  asumen nuestro país como suyo, aunque no lo sea.
Que levantan nuestra bandera en todas partes, y manfiestan con orgullo que son dominicanos.
Lo paradójico es a ellos a los que a veces atacan, echándole en cara que no son de los nuestros...
Sin embargo, andan de "paños y manteles" con dominicanos verdaderos que sin embargo reniegan de su raza, de su país, su cultura y su gente.
Para esos, dominicano son aquellos que levantan una banderita en un concierto.
Aunque su patriotismo sea solo de la boca para afuera.

Soray ahora es azafata

Soray, la cantante dominicana que se dio a conocer en los 80 en los shows del Teatro La Fiesta del Hotel Jaragua, y que desde hace ya muchos años en Estados Unidos, donde se dedicaba a participiar en series de televisión como Damages, Without a Trace, y en comerciales como los de Microsoft, desde hace un tiempo dejó todo el arte y su trabajo alterno como empleada bancaria y se convirtió en flight attendant (azafata) de una línea aérea.
Del tiro hasta dejó los bailes en la discotecas norteamericanas pues se mantiene volando practicamente todo el tiempo.
Tan buena anfitriona en New York, y ahora los pasajeros de vuelos internacionales de American son los que pueden verla a 376 mil pies de altura.