LA SAGA DEL PACHA Y FEFITA

El Pachá y Fefita La Grande han convertido en un show el arrodillarse e invocar a Dios para pedir cosas materiales,  halagos, reconocimientos para la exaltación del ego, como es implorar de rodillas que le sea otorgado el Gran Soberano a la Vieja Fefa. Y más que acompañarle en su prédica banal, la gente, aunque esté de acuerdo,  se goza el acto, porque ello forma parte del show. Si en verdad de por medio hubiera un sentido místico-religioso, tanto Fefita como El Pachá, se fueran a hincar frente al altar de una iglesia y no en "Pégate y Gana". Aunque dudamos que a la Vieja Fefa el cura le permita la entrada con esa faldita, por aquello de "ay que chula te queda la faldita", como dice Pochi familia. La excusa es que en el caso de la visa, por la cual se hincó y hasta lloró Fefita, le salió bien, porque se la dieron, sin parar mientes en la estrategia y  lo que hizo Vidal Cedeño para conseguirla, al cual no le han encendido ni un velón en agradecimiento. Pero, ¿qué podemos hacer con Fefita y El Pachá... dos pájaros del mismo palo, que parecen  ser los dos alumnos más aventajados de Tommy Show?. Que siga el show, y que no pare...después de todo es mejor que el show de los políticos, y más divertido.

¡Próxima peñícola, véala en un cine cerca de usted!