domingo, 15 de marzo de 2015

Lo que hace falta

El Gestor Cultural
Por Luis R. Jiménez
La LEY 41-00 (promulgada en junio del 2000) creo la entonces Secretaría de Estado de Cultura, hoy Ministerio de Cultura de la República Dominicana.  La misma Ley en la definición no 8 explica la figura del Gestor Cultural como una de las figuras que forman parte de su definición y del ámbito de aplicación de la misma.
El Gestor cultural lo define como ¨Toda persona que impulse los procesos culturales al interior de las comunidades y organizaciones, a través de la participación, democratización y descentralización del fomento de la actividad cultural. Asimismo, el gestor cultural, coordina como actividad permanente, las acciones de administración, planeación, seguimiento y evaluación de los planes, programas y proyectos de las entidades y organizaciones culturales o de los eventos culturales comunitarios¨.  
Es en esa segunda parte de la definición no 8 de la citada Ley, en donde se detallan las funciones  prácticas de una  gestión cultural, es que se centran los males que definen el estancamiento del desarrollo cultural de la República Dominicana.  
En países en donde el desarrollo cultural ha sido asumido como un instrumento de desarrollo humano y económico, también han asumido la profesionalización de los  actores  que intervienen en ella, y es por ello, que además de estudiar cualquiera de las ramas del arte en general, usted puede elegir desde un Doctorado hasta un curso básico de Gestión Cultural. 
El sector cultural de la República Dominicana  no ha sido capaz de generar las acciones para que el curriculum de estudios superiores incorpore carreras  que profesionalicen desde el punto de vista administrativo su sector.  Salvo por aquellos que de manera individual, tratan  de adquirir conocimientos de gestión de manera privada (becas internacionales,  cursos de ONGS etc.) la mayoría de los gestores culturales en nuestro país,  lo hacen de manera empírica (o en el peor de los casos) es ejercida por profesionales que vienen del mundo de  las ganancias y pérdidas  y que  por lo tanto, carecen de la sensibilidad necesaria  para la toma de decisión con un rostro socio-humano y no meramente económico.
¿Por qué tenemos comediantes, músicos, actores que después de una vida artística aparentemente  llena de éxitos y fama terminan en la indigencia y viviendo de la caridad publica? Pues por la falta de gestión de su carrera (por la falta de contratos, por cobrar en efectivo para evadir impuestos, algunos ni siquiera una libreta de ahorros tuvieron nunca).  
Recuerdo en mis días como Administrador del Centro Cultural de España en Santo Domingo, revisar presupuestos de presentaciones en donde no se contemplaba el pago a los artistas por los ensayos del mismo. Al cuestionar a los organizadores sobre esa situación  nos indicaban: ¨que era una forma de abaratar el presupuesto¨. Ósea: ¿que el espectáculo tenga un bajo costo (y así obtener financiación más fácil) sobre la base de sacrificar el esfuerzo del artista?
 Y lo irregular es que esta práctica (inclusive en la actualidad) es aceptada por los artistas con el supuesto fin, de que el espectáculo  se presente.  Y no se crean de que solo estoy hablando de las artes clásicas, también en las populares, los músicos de las orquestas merengueras y bachateras, generalmente tienen pautada presentaciones gratis en programas de TV  bajo el capítulo de promoción.    
¿Cuantos debates se han realizado en los medios faranduleros sobre las falta de un manager  en la carrera de nuestros artistas?, ¿creen ustedes que esto solo se refiere a merengueros y bachateros?, pues no,  tampoco la mayoría de actores de cine y teatro, los escritores etc.,  lo tienen.  La gestión de contrataciones artísticas, forma parte del currículo de estudios de la carrera de Gestión Cultural.
Los Centros Culturales de la Embajadas y Organismos Internacionales acreditados en el país (casi todos refugiados en la Zona Colonial) y  centros privados tales como: Casa de Teatro, El Centro León, el Centro Cultural Perelló  entro otros, mantienen a casa llena, una cartelera diversificada de espectáculos culturales durante todo el año,  lo que significa que en la cultura, no solo lo popular vende.  ¿Entonces, por qué no se crean las bases para que el productor de espectáculos tradicional diversifique su oferta con la presentación de espectáculos culturales que no solo sea en base a merengue, bachata, música urbana, artistas internacionales etc.?  
¿El Conservatorio Nacional de Música podría servir como base para la conformación de lo que sería la primera casa de estudios dominicana de Bellas Artes?  ¿Por ejemplo, si en torno al Conservatorio se unifican instituciones tales como: La Escuela Nacional de Teatro, La Escuela de Cine de la UASD etc.,  y se completa el currículo con la parte de la Gestión Cultural, podríamos lanzar la Universidad Dominicana de Bellas Artes?   
La generación de empleos formales es una de los principales problemas de las pequeñas economías y en el desarrollo cultural muchos países han logrado satisfacer una parte de esa necesidad social. Ojalá que en nuestro país, se aúnen esfuerzos para que algún día nuestros artistas y sus familias, puedan vivir económicamente de la carrera que eligieron.



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