¡Lo último de Georgina!

Sorprendido estoy…

¡Sorprendentemente Georgina Duluc dio un "palo", en el programa Lunatik, donde fue entrevistada junto a Héctor Aníbal, con quien cantó a dúo el tema "Estoy enamorada", que canta Thalía, y que ya nos habían anticipado que estaba  dedicado a su nuevo amor Marcos Irizarry.
Y así se puede interpretar, porque ella dijo en la entrevista que le hizo Karina, que estaba enamorada, y que ya no estaba sola, como el 2014, 2013 y 2012....
Pero bien, lo importe es como lo hizo.
De verdad que nos sorprendió con su voz, sus matices, y su habilidad para "hacer voces" con Héctor Aníbal.
Como se recordará, Luis Medrano le grabó una producción que no pudo salir, que según dijo en Lunatik se debió a que de repente no quiso ser cantante.
Se entendía que ella y Luis Medrano no se pusieron "de acuerdo", aquella vez, y que de ahí vino el que se abandonara el proyecto.
Pero lo cierto es que Georgina canta bien, y así lo establecen los productores del programa Lunatik que dieron su testimonio en la emisión.

Por cierto, hay que acreditar a Karina Larrauri por el programa que está haciendo, tan bien producido, conducido y llevado.
Esta nominado a Revista Semanal de Variedades a los premios Soberano y le concedemos todos los créditos, independientemente de cualquiera que sea el resultado, pues ya se votó ayer sábado.
Pienso que es necesario poner más atención a trabajos  como el que se está haciendo en Lunatik, que lamentablemente se tiende a obviar en este medio, "cherchoso" y "jacarandoso".
Vimos la excelente participación de  Stephanie Ortega, una joven soprano criolla, que triunfa en el extranjero, a la cual tampoco se le ha prestado la debida atención.
Lo que más nos impactó fue el reportaje de la diva Monika Boyar, otra dominicana trascendente, que triunfó en Hollywood, en el Lido de Paris, que murió recientemente (2013), sin  que nadie aquí haya tomado en cuenta su trayectoria.
Qué bueno que Karina, en su programa, se está ocupando de refrescar la memoria histórica del arte dominicano, el de antes y el de ahora.
Sobre todo en una época de tanta exaltación a gente vacía, aparentemente inocua,  sin verdaderas condiciones, pero que al final hacen daño, al ocupar espacios que no les corresponden, de hecho ni por derecho.