Plátano maduro no vuelve a verde...

Lo retro en la música está en escena

Primero fueron los merengueros de los 80’s, quienes agrupados en conciertos denominados “Los Años Dorados del Merengue”  recreando la etapa de mayor auge del ritmo.
Ahora le ha tocado a los baladistas criollos, con la iniciativa de Raphy D’ Oleo de juntarlos a todos en un solo espectáculo.
Acroarte y el premio Soberano han venido acogiendo en las últimas entregas esos juntes de merengueros, como también de baladistas femeninas, como se pudo verificar  con el homenaje a Olga Lara y Vickiana.

Diomarys la Mala acaba de presentar un concierto denominado “Quisqueyanas”, dedicado a exaltar a las baladistas de aquellos tiempos.
Es decir, que por todos lados se respira un aire retro.
Y lo mejor de todo es que esas remembranzas cuentan con el apoyo del público, como se pudo ver en los niveles de rating alcanzados por el segmento de Olga Lara y Vickiana en El Soberano.

Raphy D’Oleo por igual ha tenido un resonante éxito con su concierto de Baladas de Oro presentado  en el hotel Barceló con varios de sus exponentes.
Radhy Miranda oferta un concierto a las madres en Lucía con José Manuel Calderón.

Por lo visto, el  público que vivió la época se ha dispuesto a recrear esa época hermosa de la canción romantica en las voces de los artistas dominicanos.
Claro, ello hay que tomarlo como una remembranza, que en modo alguno significa  que esos baladistas volverán a ocupar el sitial de otros tiempos.
Cuando se inició el movimiento de los años dorados del merengue, cuyos gestores proclamaron que ello significaba el retorno de los merengureos de los 80's dijimos en esta misma página que ello constituía una utopía.
Michael Miguel Holguín bramó en contra de lo que decíamos a través del programa El Poder de las Doce señalando que estábamos equivocados y que con ello nos oponíamos al retorno de esos merengueros, y le aclaramos que no era así.
Que aplaudíamos la remembranza, per  que con ello el merengue no retornaría a los planos que tuvo en esos años dorados. 

Que si bien es cierto el público respaldaría las presentaciones de esos intérpretes de los 80's, en modo alguno ello significaba que podían venir a competir nuevamente en una época en que las cosas han cambiado tanto.
Pero se decía que "volvió el merengue".
Y el tiempo nos dio la razón…¿dónde están los merengueros de los años dorados?.
Y es que "plátano maduro no vuelve a verde" dice un popular merengue.

Es igual que los cantantes tradicionales internacionales que ya cumplieron su época.
Si las casas disqueras les graban, son producciones de concepto.
El Puma recordando a Los Panchos.
Marco Antonio Muñiz en Mariachis…Etc.
Nunca con la pretensión de poner a competir a un artista añejo con Alejandro Sanz, Romeo o Prince Royce.
Les cantan a la gente de su generación evocando la memoria histórica y romantica, con el cual enganchan algunos que los vivieron en su niñez por la preferencia de sus padres.
Para el público de este tiempo hay otros artistas, más frescos y otros códigos, difíciles de descifrar.

El público joven puede que acepte como algo simpático a un Johnny Ventura en un featuring con un reguetonero, pero no es verdad que le va comprar al Caballo, privando en bacano, el que se aparezca con unas trenzas, un blimblin, y unos pantalones cayéndosele de las nalgas, como sim fuera una gurrupela, dizque para estar a tono con la juventud.
Ahí mismo lo descartarían por ridículo.
Lo mismo va para Fernando Villalona, quien grabó un exitoso tema con El Alfa.
Hasta ahí esta bien...
Malo sería que El Mayimbe se crea el cuento  y pretenda colarse en un estilo y en un género cuyos códigos le estan vedados por un asunto generacional.

Lo deToño Rosario y su imagen estrambótica son otros quinientos.
Hace tiempo que este merenguero apostó y se decidió por asumirse como personaje.
Ya ello forma parte de su identidad. Hay artistas y hay personajes...Pero también un público que acoge o no el libreto.

Quien no entienda eso está más perdido que el hijo de Lindbergh.