Un ambiente sano y agradable

Los Bonarelli se reinventan  con la Bottega Fratelli

Asombrosa la cantidad de restaurantes nuevos establecidos en el perímetro central del Ensanche Naco y el Piantini, muchos de ellos con una carta apreciable en cuanto a su oferta gastronómica, decoración, ambientación y el público que concurre a los mismos.
Uno de ellos es la Bottega Fratelli, de la familia Bonarelli, propietarios del legendeario Vesubio del malecón, y que también tenían el denominado "vesubito" de la Tiradentes, que habría cumplido ya su ciclo vital.
Bottega Fratteli, en la José Amado Soler esquina Pablo Casals, sorprende por su amplitud, diseño, decoración interior, iluminación y sus diferentes ambientes, donde hay salones privados para reuniones en su segunda planta.
Se cuidan todos los detalles, como por ejemplo no se aceptan más de 12 personas en las mesas de las áreas comunes, con lo cual se procura preservar a los demás comensales. Para esos grupos  está el salón privado.
Algo bueno es que cuenta con parqueo, no muy espacioso, pero te ofrece esa importante opción, aparte de que cuenta con el servicio de valet parking
Ahí te encuentras legendarios y conocidos camareros que tienen la experiencia de  30 años trabajando en Vesubio, proverbiales por su delicadeza y trato exquisito.
La carta gastronómica se sustenta en comida italiana mediteranea, y entre los platos destacan  los raviolis rellenos de queso de cabra, el rissoto de langosta, el crudo de dorado con crema de trufa y hongos confitados, el salmón steak, la ensalada de remolacha con lluvia de gorgonzola y nueces.
Un detalle valorable es la implementación de nuevas técnicas en la preparación de los platos, prescindiendo en gran medida de las grasas, algo esencial e importante en estos tiempos.
De la comida grasienta en los restaurantes trataremos en un trabajo aparte.