¡Así si es bueno!

Fue sin querer queriendo…

Y nos dieron un calentón de oreja de los más sabroso...
Es que dueños de establecimientos de diversión en Nueva York  se han puesto ya de acuerdo para, después de que pase junio, dejar de contratar orquestas de merengue y cantantes de  bachata, hasta que no bajen sus tarifas.
¡Qué pánico!. ¡Qué terror!. ¡Se embromaron los merengfueros y bachateros!. ¡Se hundieron!
Y entonces, ¿quién podrá defenderlos?.
¡Bah!. ¡Puro truco!.
Lo que sucede es que llega el verano y comoquiera la gente  en Nueva York no está en eso de ir a bailes ni a espectáculos.
Es proverbial que  la gente se refugie en los parques y procure lugares refrescantes, por lo que la del verano es una temporada floja, por tradición,  para los eventos.
O sea, que si escojen la temporada de verano para montar su boicot contra los artistas que "cobran demasiado" no es que están haciendo con eso un gran sacrificio.
Como quiera son tiempos malos para el negocio.
Nos perdonan si ponemos al descubierto su estrategia, pero es sin querer queriendo...

Bajen ustedes también, que esas bebidas están demasiado caras…

Por cierto, los dueños de restaurantes y clubes que están pretendiendo hacer un harakiri porque los artistas según ellos "cobran ,uy caro", deberían bajar el precio de las bebidas en sus negocios, para que prediquen con el ejemplo.
No es posible que una botella de una bebida que venden en la bodega o liquor store por 25 dólares, te la "claven" en el club, lounge, restaurant o discoteca por la módica suma de ¡300 dólares!.
Sería bueno que los que exigen a los artistas que bajen sus precios de contrataciones, les dieran a su vez un alivio a los clientes de sus establecimientos, poniendo precios más baratos y accesibles.
¡Ah, pero cada quien le pone el precio a lo suyo!. Ahí si aplica, ¿verdad que si?
Pero maginense que así como ellos quieren boicotear a los artistas por sus "altas tarifas", la gente se pusiera de acuerdo para no ir a los establecimientos que tienen la bebida super cara.
¡Chupe usted, doña Chencha, y déjeme el cabo!. No importa que esté babeado...