Empresarios amoladores de "cuchillitos de palo"
Cada cierto tiempo los promotores y dueños de clubes de Nueva York lanzan la amenaza de que van a dejar de contratar a los artistas que, según ellos, cobran una tarifa excesiva.Alegan que artistas a los que contratan por sumas consideradas por ellos "muy elevadas" les dejan pérdidas, y por eso quieren forzar, mediante métodos de presión, para que se les rebaje la tarifa.
Tienen años en eso, con la misma cantaleta. Pero todo se queda en simple escarcéo, debido a que los empresarios artísticos y los dueños de establecimientos de New York constituyen un sector muy desunido, que anda cada uno por su lado, y cuando se juntan va cada quien con su careta, como si estuvieran en un baile de disfraces.
Hay uno que juega a ser Santo, El Enmascarado de Plata, otro que usa la careta de Anonymous, como también está uno al que le dicen El Fatasma del Paraíso.
Y es que las caretas vienen bajando, que coja cada quien la suya!
Los primeros que incumplen los acuerdos son ellos mismos que se quitan los artistas pagándole sumas por encima de lo habitual, como ocurrió aquí, que algunos empresarios dañaron el negocio ofreciéndoles sumas exageradas a figuras como Marc Anthony, Luis Miguel, Daddy Yankee, Don Omar, superando las tarifas de Puerto Rico, que es un país donde corre el dólar.
Y ya cuando un artista ha sido traído por un precio, dificilmente lo rebaja cuando otro quiere contratarle.
En Nueva York ocurre que cada vez que a un empresario le va mal en un espectáculo le quieren echar la culpa al artista, alegando que cobran sumas exageradas, que no halan gente, o que no producen en la puerta lo que se les paga.
Creen que con solo contratar un artista caro, ya tienen el éxito asegurado, y no hacen plan de promoción adecuado, lo cual es necesario para lograr el éxito.
Ahí es que Felix Cabrera es grande, que cuando monta un espectáculo la gente va hasta por inercia, debido a la monstruosa propaganda que desarrolla por todos los medios.
Sin embargo hay otros que quieren estar jugando a ser empresarios, que desconocen las reglas del negocio, y que se meten en camisa de once varas, sin patrocinio, a veces, sin un plan de promoción o un buen “backeo”.
Y el horno no está para galletitas en estos tiempo. Es la realidad... la verdad "monda y lironda".
El Torito cuando toca un baile en Jet Set, aunque sea de Antonio Espaillat, mueve la maquinaria promocional de su empresa para que vayan hasta los “mamandos”. Aunque la discoteca hace buena promoción, hay que ponerle un extra para asegurar bien la asistencia, por un asunto de imagen.
El Torito es una marca que no se puede arriesgar, y que revienta Jet Set cada vez que va, solo, mientras en los demás lunes presentan hasta tres orquestas juntas.
Pero el trabajo se hace, y eso es lo que no quieren entender algunos que se pasan el tiempo teorizando y rascándose el dedo gordo del pie derecho.
Pero, volviendo a los promotores de Nueva York, nos decía el empresario Vidal Cedeño, que a diferencia de otros tiempos no está montando eventos en el teatro United Palace, porque el negocio lo han dañado.
Es raro el concierto que allí se presente que deje dinero en estos tiempos, porque la gente no está yendo.
Vidal dice que le ha dejado el teatro a los que viven inventando sin conocer propiamente el negocio del espectáculo.
Según refiere por su parte Pirincho, la gente no está comprando boletas por adelantado, y lo deja todo para último momento, esperando que le regalen los tickets, lo cual afecta los espectáculos que se presentan en el United Palace.
Los promotores y empresarios que presionan queriendo obligar a los artistas a que rebajen sus precios, deberían entender que el de la música es un negocio "de oferta y demanda", y que cada quien le pone precio a su trabajo.
Que se dejen pues de estar "amolando cuchillitos de palo", que dificilmente van a lograr sacarle filo.
¡Tituá!!!!!!!
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