Joseph Cáceres

Exconejita Playboy Holly Madison reveló que pensó en suicidarse cuando vivía con Hugh Hefner

La mujer, quien ahora tiene 35 años, contó que rechazó la oferta del magnate de quedarse en la mansión, a cambio de incluirla en su testamento con una herencia de 3 millones de dólares.

Duros pasajes en la mansión. La exconejita Holly Madison contó que estuvo a punto de suicidarse cuando convivió con su entonces ‘novio’, el millonario Hugh Hefner, dueño de Playboy.

En el libro "Down the Rabbit Hole: Curious Adventures and Cautionary Tales of a Former Playboy Bunny", reveló las vivencias que tuvo con el magnate cuando dormía en la famosa mansión, en donde fue una de las protagonistas de la serie en E!

La modelo, que presenta el libro el próximo 23 de junio, contó que no la pasó bien en los años que fue una de las ‘novias’ del dueño de Playboy, al punto de sentirse encerrada en la famosa mansión.

"Todos creen que la reja de metal es para mantener a todos fuera, pero llegué a sentir que era para mantenerme a mí encerrada", señaló.

La etapa más dura para Madison fue en el 2002, cuando, cansada de sentirse una títere del millonario, pensó en ahogarse y así poner fin a su vida. “Si sólo pongo mi cabeza bajo el agua y respiro profundo, todo terminaría”, comentó.

"Aprendí que Hef era manipulador y que nos ponía una en contra de la otra. Me dí cuenta que no me trataba bien. Pero ya estoy harta de temerle a las personas. Ya no le tengo lealtad a Hef, no he hablado con él en cuatro años, así que tampoco hay razón como para ponernos en contacto. Además, es la verdad”, añadió.

Asimismo, indicó que cuando pensó en irse de una vez de la mansión, Hefner le hizo una última oferta para que no lo abandone. Según Madison, el empresario le ofreció incluirla en su testamento, con una herencia de 3 millones de dólares. La única condición era que siga viviendo en la mansión.
Según cuenta, cuando finalmente decidió abandonar la mansión, Hefner intentó hacer el último movimiento para retenerla, sacándola de su testamento.


“Pero no lo quería. No pude evitar sentirme ofendida, ¿de verdad creía que me podía comprar? Puse la carpeta en la cama tal como la había encontrado y nunca hablé una palabra de eso", aseguró en su libro. 
(FUE)