LA NOTICIA Y SU PESPUNTE

A pesar de haber pasado por un momento doloroso que podría acarreare problemas a futuro, el cantante Enrique Iglesias agradeció a sus fans, quienes mostraron muestras de cariño al español de 40 años luego de que el pasado domingo 31 de mayo sufrió un terrible accidente arriba del escenario.

En su cuenta de Instagram el interprete de 'Bailando' se mostró recuperado y publicó una fotografía en donde se ve su mano izquierda pintada con plumón: "Thank you!" (Gracias!) con un texto que dice: "Quería hacer algo para agradecerles por todo su apoyo y cariño esta semana. Dejen sus preguntas en este post!".

Durante un concierto en Tijuana, Iglesias trató de sujetar un drone que fotografiaba el show, pero cometió el error de meter la mano derecha entre las hélices del aparato, lo que le ocasionó una herida profunda, por lo cual fue llevado a un hospital en Los Angeles en donde se sometió a una cirugía reconstructiva.

Nos alegramos de que Enrique se esté recuperando, pero no podemos dejar de llegar a conclusiones con respecto a este caso.
¡Qué artista más menso!.

¿A quién se le ocurre meter la mano para atrapar un aparato que vuela activado por cuatro filosas helices como esos drones que se usan para hacer tomas aéreas?. Dichoso es él que no quedó con los dedos mutilados por estar de “sabroso” haciendo shows con objetos  que forman parte de la producción técnica de un espectáculo, y que no han sido hechos para estar agarrándolos.

Una brutalidad así se le puede perdonar al watchman que aquí le entró a tiros a un  dron para atraparla, pero no a un Enrique Iglesias, un artista al que se le supone un grado de formación y sentido común.

Pero, a veces los artistas se pasan…

Nos recuerda la vez en que  el guitarrista del desaparecido grupo Aventura rompió una guitarra en el escenario, como parte de su show, y una astilla que saltó  cortó a una muchacha del público, a la cual hubo que indemnizar por los daños sufridos.

Tomo también al cantante de una orquesta de merengue de gira por Nueva York, que se emocionó en un concierto, se quitó el saco y se lo tiró al público dizque, “como souvenir”.

Pero cuando llegó de regreso al hotel Holiday Inn de la Ruta 4 por Fort Lee donde estaban alojados, fue que cayó en cuenta de que en el saco había un sobre con el dinero  que le habían pagado de todas las presentaciones de la semana.

¡Tremendo regalo a un fan por estar de sabroso!