¿Publica o privada?

Vida privada de los artistas....

No entiendo como hay gente en el medio que exige se le respete "su vida privada", siendo ellos los que escandalizan con las fotografías que suben a las redes sociales, y hacen del dominio público sus actividades íntimas, como es fotografiarse cuando van al baño.

Mujeres que se hacen selfie en el espejo de la peinadora de su dormitorio, sin reparar en el hecho de que están públicando un lugar tan sagrado, como es donde se duerme, dejando ver encima de la cama ropa interior regada, cachivaches en los rincones, y puego se molestan cuando les dicen que son reguerosas y desorganizadas, alegando que se están metiendo en su "vida privada."

Actúan como las mujeres de barrio, que rompen la quietud de la noche al hacer amor, y en su desenfreno, por no decir "putería",  invocan a todos los santos, sobre todo el clásico grito de "¡ay Virgen de la Altagracia esto si es grande!". Y luego no quieren que los tigueres del barrio les digan  "rezadoras".

¿Le ha tocado a usted, alguna vez, una de esas mujeres indiscretas y bullosas?.

Algunos  comunicadores dicen que "respetan la vida privada de los artistas", y que no se insmicuyen en sus asuntos personales.

¿Y hace falta eso, si como se verifica son los artistas los que exponen sus intimidades?.

No pasa de ser una retórica utópica que nos hace recordar el escándalo de Bill Clinton con la becaria de la Casa blanca que lo felaba. La investigación que le hicieron llegó al extremo de llevar a un laboratorio sus calzoncillos, para analizar rastros de semen.

Nada menos que el presidente de la nación más poderosa del mundo, sometido al escarnio de la más brutal incursión a su privacidad.

¿Y quienes se sirvieron con la cuchara grande de esa invasión y violación a la vida privada de Bill Clinton?. Los más importantes periódicos, cadenas de televisión y de radio de Estados Unidos, que siempre han tenido como prédica el respeto a los derechos individuales y la vida privada de la gente.

En el caso de Bill, se olvidaron de normas, leyes y preceptos morales, y le cayeron como sabuesos, en una carrera loca y visceral, como Jack El Destripador, tratando de escudriñar sus partes pudendas.

En el ámbito artístico el asunto se reduce  a pura demagogia, pues la farándula siempre se ha alimentado del lado B, no del A, de los artistas.

Lo que no se ve, y lo que se calla, siempre será el obscuro objeto del deseo del conocimiento y la morbosidad de la gente.
Es lo que en el fondo mueve el medio...Dejémosnos de pendejadas.

El doctor Balaguer era un intelectual muy culto, del cuál se decía que su reino no era de este mundo. En su lado B, como el Doctor Merengue, era el viejito más sinverguenza y chismoso que se pudiera cualquiera imaginar, siempre enterado y atento a todos los chismes de sus funcionarios y familias respetables del ambiente social.

Falso de toda falsedad, por tanto, es el concepto que algunos dicen defender en torno a la vida privada de los artistas.
Confíele algo bajo el juramento de que no se lo digan a nadie, y al día siguiente se dará cuenta de que lo sabe "titirimundati".

No olviden que es la farándula...la profesión de los farsantes.

Pero, como decía el eslogan de Mundito Espinal en el programa  De Todo un Poco, con Ana Martía Arias.
"El que no quiere que se sepa, que no lo haga".