Comida chatarra

Cuando el concón se convierte en un sacrilegio

Así como para algunos, "cueros"  son las mujeres de la calle, no las "de cortina", de igual manera se conceptúa "comida chatarra" los hamburgers, hot dogs, y pollos frito empanizados llamados también picapollo, y no así los platos despreciables que se preparan en algunos restaurantes.

Hay gente que rehuye de la denominada comida chatarra, de los "fast food" y prefieren ir a comer a un restaurante, donde pagan un precio más caro por comer el mismo menú desechable, o talvez  peor.

Y lo voy a referir con ejemplos...

Usted va a ciertos retaurantes, y por un tema de dieta o de salud, pide una pechuga de pollo a la plancha, huyendo de las carnes con grasa, y en Albert Mofongo, de Nueva York, se la sirve encebollada  con aceite por arriba.

Pero ¿qué decir de los restaurantes de buffet de Hard Rock Hotel Punta Cana?. En la estación de carnes a la plancha, preparadas a la vista de los huéspedes, las hacen sobre un pozo de aceite. Embardunan la plancha previamente  con aceite, donde tiran las carnes, con lo que más bien lo que hacen es freirlas. Si, a la plancha, ¡pero frita!. No está asada.

Tú huyendo de las grasas evitando una acumulación perjudicial en las arterias, o tratando de rebajar, y como quiera te la meten un petardo de contrabando.

Hay que estar advirtiendo con antelación que ante cualquier signo de grasa agregada en el plato será devuelta la orden, de lo contrario no  hay garantía de un consumo inteligente.

Aunque digan que uno es quisquilloso, siempre hay que tener presente el proverbio árabe de que "el hombre cava su fosa con los dientes".

Después de todo, nada mejor que una comida casera, bien controlada y preparada en base a requerimientos donde se cuidan los detalles.

Claro está, para eso hay que tener una esposa casera o un servicio de cocina con criterio.

Un criterio que también lo debe tener usted....

De nada vale llevar dietas, cuando por un tema de costumbres y atavismos, se arrellana con un concón untado en la grasa del caldero de la carne, con habichuela por arriba.

Muy rico, ¿no?. Pero, ¡guay!.