Miguel Ortega, ¡presidente!

Que alguien me diga…

Miguel Ortega ha lanzado su candidatura a la presidencia de la República, con un manifiesto o proclama, en el que esboza su propuesta, como un ciudadano que cumple con los requerimientos para aspirar a dirigir los destinos de la nación, según se puede ver en este documento que nos han enviado.

De inmediato han aparecido los que han tomado el asunto a chiste, para hacer bromas y relajos, por el hecho de que el ser una figura de la farándula, lo descalifica para presidir los destinos de la nación.

Los agrónomos, los choferes, los abogados, los empresarios, los profesores, si pueden...

¡Qué ironía, que la misma gente del medio artístico sean los primeros que "afilan hachas" para emprenderla en contra de alguien que, ejerciendo legítimos derechos, se lanza a presentar una oferta, distinta y diferente, desde su óptica y punto de vista, para resolver los graves problemas que acogotan a la nación!.

Y no todo, aunque bien lo ha hecho el actual presidente, debe ser reelección.

Deben aparecer propuestas alternatias, que es lo que más le conviene a la democracia.

Que conste, que solo estamos defendiendo el derecho que tiene Miguel, y cualquier otro, a postularse.

Nuestro comentario está orientado sobre esa base.

Porque él está con ello ejerciendo el mismo derecho de Juan Hubieres, y su Movimiento Rebelde, a procurar dirigir el país desde su entorno, plataforma, o sector social, gane o no gane.

Que alguien me diga, como dice la canción, ¿por qué Miguel Ortega no puede aspirar a convertirse en mandatario de la nación, como lo hizo Rodald Reagan en los Estados Unidos, siendo actor?.

¡Qué alguien me diga!...Pero como nadie lo va a decir, ¡Dímelo tú, Gilberto Santa Rosa!.
(Que conste, que no estamos cobrando nada por la cuña)