Aquí estamos

Odisea 2015

Tremenda odisea, viajando hoy hacia la ciudad de Nueva York en el vuelo de la 7:00 de la mañana por Delta Airlines.
Sin importar la hora en que se viaje, de día, de noche, de madrugada, los aviones hacia la urbe salen y vienen llenos.
Para hacer el chequeo de rigor, como se sabe, hay que estar dos horas antes en el aeropuerto.
Fernando Villalona viajando con 23 personas, incluyendo su orquesta completa, esposa, sonidista, rompiendo el mito de los merengueros que llegan  solos o con el  frente. También encontramos en la terminal al productor René Brea y su esposa Selineé Méndez, quienes también madrugaron para  tomar ese vuelo, que nos pondría en Nueva York a las 10:30 de la mañana, que nos prmitiría aprovechar el día.

Dos tremendas filas para el chequeo en Inmigración de salida, pues solamente estaban en servicio tres empleados, con los centenares que deben estar nombrados en ese cargo.  Pero, así son las cosas en nuestro país. Oficinas llenas de empleados, muchos de ellos "botellas",  que no dan el servicio por el cual se les paga.

Una tardanza injusta en Migración, mientras las bocinas del mostrador de entrada a la aeronave anunciaba la  última llamada, con pila de gente sin haber pasado el chequeo de salida.

Un vuelo lleno, en un avión 737  nuevo que puso Delta en la ruta. (Hace tres semanas regresamos de NY por la misma línea en una aeronave vieja, de las que todavía sacan la pantallita de películas del techo).

Esta nueva tiene hasta conector para cargar el celular y una laptop en cada asiento, además de una pantalla "touch screen" con decenas de películas de todo tipo.
(Ojalá que dejen en la ruta esa moderna aeronave).

Todo iba muy bien, pero a la hora de estar volando se  anunció por las bocinas de la aeronave, que el piloto habia decidido retornar a República Dominicana debido a que un pasajero había sufrido un percance.

Previo a ello habían solicitado el apoyo de algún médico  que fuera a bordo. Aparecieron dos, una joven dama y un galeno que prestaron asistencia y le pusieron oxígeno al pasajero que según dijeron había sufrido un pre-infarto.

Como el avión no había llegado al punto de "no regreso", el protocolo dice que en casos de emergencia, hay que retornar al lugar de orígen, y no continuar hacia el destino, porque es más corta la distancia de retorno.

Así se hizo. Solo que en vez de regresar a Santo Domingo el piloto prefirió aterrizar en Santiago, donde el pasajero enfermo fue bajado y llevado a un hospital.

Luego hubo que esperar a que el área donde estaba sentado fuera limpiada. Casi una hora después
se reinició el viaje. Las azafatas con mucha cortesía pedían excusa por la demona y los inconvenientes, advirtiendo que algo así pudiera ocurrirle a cualquier de nosotros, y que la misma actitud asumirían para preservar la vida de sus pasajeros.

Llegamos al JFK al filo de las 2:00 de la tarde, y al desembarcar por la terminal de Delta nos encontramos con 4 vuelos que coincidieron a la misma hora.

Un verdadero pandemonium con la extensa fila en Inmigración.

Por suerte, contrario a República Dominicana,  habían decenas de casetas con inspectores ofreciendo servicio de chequeo, y una coordinación de personal que hizo el proceso más fácil. Hasta cierto punto fluido, si contamos las miles de personas reunidas allí.

Pero lo más asombroso de todo fue la fila de Aduanas...Una cosa increíble, pues le daba vuelta y media a las correas de la maleta.

Comentaba Bolivar Villalona que nunca en su vida había, viajando con frecuencia a Estados Unidos, había visto algo igual en el área de Aduanas, porque nunca  está congestionada.

Pero llegamos...El Mayimbe saliendo para una entrevista en Univisión, y en breve a una rueda de prensa en nuevo restaurante  para dar detalles de las tres actividades que tiene aquí este fin de semana en que se organiza la Parada Dominicana, la fista en el Infinity con Alex Bueno, y la fiesta privada de los bodegueros en Mamajuana de Queens