domingo, 30 de agosto de 2015

Está a la vista, pero muchos no quieren verlo...

El merengue en los tiempos del cólera
Los festivales musicales han ido perdiendo interés en la gente debido a que los artistas participantes  se han limitado en los últimos tiempos a dar más de lo mismo.

Se presentan frente al público con la misma rutina de los bailes, sin preocuparse por hacer algo diferente, que sirva de motivación para el público.

Y cuando hablamos de ello siempre recordamos el Carnaval del Merengue de José Tejeda, donde los grupos musicales participantes se empleaban a fondo para dar lo mejor de cada uno, en vestuario, coreografía y producción.

Por ahí andan los videos de las competencias entre un Fernando Villalona, en su momento de mayor auge y apogeo, frente a un Wilfrido Vargas, con un andamiaje musical y una puesta en escena impresionante, pero donde  también estaba un Johnny Ventura  quien, merced su veteranía y dominio de los escenarios, siempre terminaba como dicen "metiéndose a todo el mundo en un bolsillo".

Pero de eso de trataba, de una competencia musical donde todos los intérpretes daban lo mejor de sí, montando producciones especiales  para ganarse las mayores ovaciones y  aplausos del público.
Se fomentaba una rivalidad escénica entre las orquestas, para ver quienes eran las más lucidas, lo que a su vez se convertía en acicate para el público, que también entraba en la discusión, donde el gran jurado éramos los periodistas que cada año viajábamos a New York a participar en el formidable y legendario evento, que puso al merengue en los más grandes escenarios del mundo, un evento ideado y gerenciado por José A. Tejeda, el más grande propulsor del género en los escenarios en los años 80's, teniendo como contraparte en la parte discográfica a Bienvenido Rodríguez y al sello Karen.

Esa rivalidad que movía a la gente en torno a las principales figuras se ha perdido  por razones y motivos muy obvios. los merengueros que aún quedan, iluminados todos por el brillo que lograron en  los 80's, prefieren todos mantenerse en su zona de confort, navegando en el facilismo, seguros como están de su posesionamiento como orquestas establecidas, a las que les da "par de dos" sobresalir o no en una tarima, debido a que  tienen su trayectoria y camino hecho, su situación económica resuelta y en algunos  casos están cansados, no solo animicamente, sino de buscar fama y fortuna.

Hay orquestas de las tradicionales que ni siquiera graban, porque hace tiempo que están viviendo del repertorio, de lo que senbraron en otros tiempos, y no tienen ya necesidad  de salir a "josear" en el medio como en el pasado, como "Tarzán con el cuchillo en la boca2.

Toda esa actitud conformista, la ausencia de gente joven con deseos de triunfar y con ganas del éxito, es lo que le ha hecho daño al merengue.

Se pueden ahorrar los cónclaves, seminarios, talleres y congresos para analizar el tema.
Es la toda la verdad, monda y lironda. 

3 comentarios:

  1. nuestra musica es una muestra de nuestra sociedad....el dembow,musica urbana y demas basura refleja la sucieza de nuestro ambiente y nuestra sociedad....droga,dinero facil,zero valores,mujeres que lo dan al mejor postor,violencia de genero,etc.

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NIURKA BAEZ,
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