OJO SIN...

Reporteros exagerados y alarmistas

El que nos sigue sabe que hemos sido siempre contrarios a las exageraciones y al tremendismo en la practica de la comunciación y del periodismo.

Que hemos sido críticos de cadenas informativas que se montan en la Semana Santa para alarmar, en vez de orientar a los vacacionistas y a la población en general, magnificando los hechos, en una competencia de reporteros improvisados, que trata cada quien de lucirse, exagerando los hechos para que les den entrada.

Y escucha usted, como si fuera la gran noticia del día, que un borracho se cayó de un caballo, o que se intoxicó bebiendo clerén en Jimaní.

Lo mismo ocurre cuando llega la temporada ciclónica, como en el día de hoy con la tormenta Erika.

Recorrimos todo el malecón, desde el obelisco hasta los alrededores de la Casa España, observando las condiciones creadas por la tormenta, que no pasaba de un nublado, una ligera llovizna y una brisa anormal, pero nada del otro mundo.

¡Oh!, y cuando sintonizamos Noticias SIN en el monitor del vehículo, vemos a una reportera en un tono alarmista transmitiendo desde la vía, diciendo cosas que no se correspondían con los hechos.

Pintando un panorama angustioso, trágico, que cualquiera pensaba que el mar estaba entrando y acabando con el malecón de la capital.

Y como habíamos pasado en ese instante pensamos que talvez estaba describiendo la situación en otro malecón, y no el de la capital.

Pero no, la imagen era clara, del mismo lugar por donde habíamos transitado sin ningún problema ni percance.

Si se fijan en el video de abajo, lo que capta de origen es la  penca de una palma que se cayó. ¡Se caedn hasta solas!

Y eso ha sido con un tormenta fallida, ¿qué hubiera sido con David entrando a la capital, como en aquel tiempo, y dándonos de verdad, verdad?.

Definitivamente los noticieros de radio y televisión van tener que fiscalizar el trabajo de los reporteros.

En asuntos tan delicados no se puede crear pánico con informes y reportajes alarmistas, que muchas veces esconden  un afán de figureo, de lucirse y de llamar la atención, aunque no haya sido ese el propósito de la reporter de SIN que vimos esta tarde transmitiendo desde el malecón