El misterio

Esto sucedió a finales de los años 60's y desde entonces han sido varios los túneles que han sido descubiertos en la zona colonial, incluyendo un sistema de alcantarillado que se construyó en la época de la colonia.

Se han descubierto otros túneles en Santa Bárbara, pero también hay uno debajo de la catedral, sólo que este se mantiene en secreto, pues se dice que está al servicio de su majestad.

En torno a estos túneles, que evocan las catacumbas del viejo Paris, se han tejido muchas leyendas, algunas de las cuales han sido contadas por los viejos habitantes de la zona, entre contertulios asiduos a una peña en el Parque Colón.
Se dice que los túneles de la zona colonial de noche cobran vida, y se llenan de espanto, en rituales donde se ofrece culto a dioses de los paganos.
En los mismos habitan mujeres que a partir de las doce de la noche levitan, se autoflagelan  y golpean en las paredes de los templos coloniales, excitados por el olor del incienso de los botafumeiros, sin que nadie haya sido capaz de descifrar sus pesares y quejidos, que se escuchan como si provinieran de túmulos centenarios que subyacen en los pasillos de los túneles coloniales.
No es casual que haya uno debajo de la catedral, al cual los cazafantasmas nunca han podido entrar, porque lo impide el cardenal.
Es el único que puede pasear y transitar por el mismo, exorcizando a los vampiros y vampiras, consciente de que como dice el tema de Lujis Díaz que canta Sergio Vargas, "las vampiras de mi tierra no tienen ombligo".