LECTURAS DOMINICALES

El exBeatle, Paul McCartney se presentó por primera vez en la Isla en el Coliseo de Puerto Rico, el 5 de abril de 2010

Cuentan evolución de la industria del espectáculo en Puerto Rico

En los años 70 en Puerto Rico, damas y caballeros de clase media alta y alta vestían sus mejores galas para ver cantar a importantes artistas locales e internacionales del momento en elegantes clubes situados en los mejores hoteles de la capital.

En ese momento esos eran los principales escenarios del País, por donde desfilaban artistas de la talla de Carmita Jiménez, Julio Iglesias, Sammy Davis Jr. y Liza Minnelli, entre otros.

Los productores de televisión también fungían como productores de espectáculos pues traían las figuras del momento. Algunos de ellos eran Tommy Muñiz, Tony Chiroldes y Paquito Cordero, entre otros.

Angelo

“La gente que dominaba los espectáculos en vivo en Puerto Rico eran productores de televisión que incursionaban y hacían muchos espectáculos en `night clubs’ y teatros. En aquella época no existía el Centro de Bellas Artes. Se inauguró en 1981, así que no existía un `venue’ de categoría como ese. Los clubes nocturnos que había por excelencia era el Club Caribe, donde venían artistas como Julio Iglesias, Marco Antonio Muñiz, y mucho artista norteamericano como Sammy Davis Jr. También existía el Club Tropicoro, en el Hotel San Juan, que existe todavía pero ya no presenta casi artistas. Y en el Condado Plaza existía el salón Ponce de León y en el hotel de al frente el salón Flamboyán, que ahora es una extensión del Condado Plaza. También existían otros `night clubs’ independientes”, recordó el productor Josantonio Mellado, cuya compañía es Famma Events.

Mellado y su colega Angelo Medina coinciden en que la industria del espectáculo tuvo el primer crecimiento importante a raíz de la apertura del Centro de Bellas Artes en Santurce, el 9 de abril de 1981. Originalmente el recinto abrió con un fin cultural, pues en él solo se presentaban zarzuelas, óperas y la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico.

“En esa época -con mi carácter revolucionario- me uní con Mellado y un grupo de gente para pelear, porque en el Centro de Bellas Artes no daban fecha, todo era para espectáculos de música clásica; la Sinfónica ensayaba allí. Mellado hizo el primer espectáculo de música popular con Wilkins, abrió esa brecha en junio de 1981. Yo hice el primer concierto de un artista internacional con José José en noviembre de 1981”, relató Medina.

En ese momento, el recinto santurcino contaba con la mayor capacidad al tener casi 2,000 butacas, duplicando así la de los clubes nocturnos. Hasta el momento, el Teatro de la UPR era el que tenía más asientos, pero era poco común realizar allí conciertos.

“Con la inauguración del CBA en 1981, el mundo del espectáculo en Puerto Rico empezó a evolucionar. En vez de hacer dos o tres semanas en el Club Caribe, con una capacidad de 600 personas, los productores preferían ir a la Sala de Festivales y en dos shows hacían la misma asistencia con menos gastos. La sala se inauguró con una capacidad de 1,900 asientos. Eso empezó a cambiar el panorama. Ya los artistas no venían largas temporadas, entonces los hoteles empezaron a cambiar su oferta. Hicimos el primer espectáculo de música popular en el CBA. Lo coproduje con Wilkins y José Torres. Wilkins me llamó un día y me dijo "quiero ser el primer artista que va al Centro de Bellas Artes y me gustaría que tú fueras el productor". Le dije "pero yo soy editor, no soy productor", pero me dijo que le gustaban mis ideas, así que nos reunimos y así lo hicimos”, aseguró Mellado, quien durante 20 años fue editor de la revista Artistas.

El Coliseo Roberto Clemente y el Hiram Bithorn después entraron en juego convirtiéndose en otros escenarios importantes del País. Para entonces Mellado y Medina se concentraban en montar conciertos de artistas latinos, mientras que Larry Stein dominaba la oferta de artistas anglosajones.

Pepe

“Los espectáculos de artistas latinos casi todos los teníamos en Famma o Angelo. José “Pepe” Dueño tenía otros latinos y Larry Stein solo estaba especializado en artistas anglosajones. Así usaba mucho el Roberto Clemente, porque la capacidad de Bellas Artes para grupos como Journey, Duran Duran era pequeño. Se empezaron a hacer cosas en el Coliseo en los 70. Antes de que se construyera, los circos que venían se daban en el Hiram Bithorn y los espectáculos masivos se daban allí. Me acuerdo haber visto allí a Raphael, a los Jackson Five. 

Mucha gente no sabe que Michael Jackson estuvo en Puerto Rico. La gente piensa que venía a actuar aquí cuando fue acusado de pederastia y se canceló unos cuatro días antes y que Puerto Rico nunca lo vio, pero los Jackson Five se presentaron en el Hiram Bithorn. La única vez que vino Tom Jones fue en el Hiram Bithorn también”, afirmó Mellado.

De 1984 a 1987 los artistas más exitosos en el CBA fueron Menudo, Ednita y Yolandita Monge. En los 80, la salsa cogió un gran impulso, seguida por la balada, por lo que artistas de ambos géneros, locales e internacionales dominaban los escenarios locales.

“El gusto del adulto ha cambiado mucho, es cíclico. Hemos tenido épocas en que la salsa era la diosa y señora. Los espectáculos masivos eran de la Fania All Star. La música norteamericana para aquel tiempo apelaba más a la juventud, incluso esos artistas eran jóvenes. En esa época teníamos emisoras como WBMJ, que hoy día existe pero es una emisora cristiana, pero en aquel momento era una de las emisoras de la juventud. Esa emisora tocaba mucha música norteamericana. Vitín Román fue el primero en poner emisora especializada para la juventud”, señaló Mellado.

Otros espectáculos que tuvieron numerosas funciones en el CBA fueron "Cats: El musical" en el 2002 con 14 funciones, Ricardo Montaner y Ricardo Arjona con 11 funciones respectivamente en el 2001.

Presentar la gira "Livin la vida loca" de Ricky Martin en el Hiram Bithorn representó grandes costos

Un nueva era

La apertura del Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot, el 4 de septiembre de 2004, marcó otra era en la industria del entretenimiento en Puerto Rico. Su capacidad de 18,000 personas y estructura moderna abrió la posibilidad de que se presenten en la Isla superproducciones que antes eran impensables.

“El Coliseo de Puerto Rico cambió la industria de la música del País en cuanto a shows. Primero, porque atemperamos con la realidad de las grandes arenas del mundo. Antes, traer a esos artistas, que se traían al Hiram Bithorn, tomaba de uno a dos años y el costo de montar la infraestructura era casi imposible. Los que hicieron esas producciones fueron titanes, como hicimos nosotros con Ricky (Martin) o Larry o Pepe hicieron con los norteamericanos, porque ni había las estructuras para montar las luces, había que traerlas. Así que evolucionó. Bueno, trajimos a un Beatle a Puerto Rico”,  destacó Medina, quien junto a un grupo de productores produjo el concierto que Paul McCartney presentó el 5 de abril de 2010 en el recinto.

El hecho de que Puerto Rico tenga la arena lo convierte en una de las pocas existentes de la región, fuera de Estados Unidos, según destaca Medina. Un público que aprecia la música y un país que ha producido numerosos artistas internacionales son características que convierten a Puerto Rico en un escenario importante.

Sin embargo, Mellado señala como prescindible tratar de mantener los precios de los boletos accesibles para que la industria continúe desarrollándose de manera exitosa. En ese aspecto, Medina destaca que la situación desfavorable que presenta la Isla es la logística que requiere nuestra ubicación.

“En la historia de Hispanoamérica somos de los países que en proporción más talento ha internacionalizado. Eso nos pone en el mapa como una de las pocas arenas que hay fuera de Estados Unidos, en esta parte del mundo, que estamos hábiles para traer un espectáculo de primer nivel y facilita que estos artistas mundiales hagan una parada ya sea yendo para Suramérica o regresando. El problema es el costo. 

Cuando trajimos el show de Livin’ la vida loca de Ricky (Martin), al Hiram Bithorn, fue un costo exorbitante. Muchos artistas tienen que tratar de hacer el máximo de shows posibles semanal, y a veces Puerto Rico le significa que tengan que hacer uno porque no te puedes mover de Puerto Rico si no es por avión, y por barco tardaría mucho ir al otro destino. La norma es que un artista haga tres shows en una semana para amortiguar sus gastos”, afirmó Medina.(El Nuevo Día)