Después de tanto y de todo, ¿le queda a Raphael algún sitio en el que salir y en el que le hubiera gustado estar?
Sí, en Paris Match, creo que no he salido. A lo mejor, sí. Me habría gustado porque era la revista de más prestigio cuando yo era chiquito.
Una gira con una orquesta sinfónica a los trece años es un poco prematuro. Primero hay que aprender mucho este oficio, sabérselas todas, y una vez te has encarrilado, la gente te ha tomado en serio, ya puedes. Yo ya había cantado de manera esporádica con orquesta sinfónica pero una gira mundial hasta junio del año que viene es muy fuerte. Aún no me lo creo.
No para los cantantes como yo, que no tienen miedo a que te tapen las cosas. Aquí no hay una batería que tapa muchas cosas y a menudo es beneficioso tenerla al lado porque tú te callas y ya está... Estás al borde del abismo: ni hay instrumentos estridentes ni baterías, es cantar desnudo, limpio de polvo y paja, y es más difícil. Hay que tener mucho valor para ponerse todos los días delante de una sinfónica. Pero es impresionante: cuando digo una frase y me contestan 40 violines se me caen los pantalones. Igual otro te dice qué va, que prefiere la guitarra a una sinfónica...
Bueno, pero es que eso ya lo sabéis todos, ¿no? No hace falta que lo diga yo.
Bueno, es una suerte que tengo, la otra es que sé manejarme en el escenario de la forma que sé: paseándome de aquí para allá. Y es porque cuando empecé con 13 años los sonidos en los pueblos a los que me llevaban a cantar era espantoso. Y, yo como tenía una voz..., pues inconscientemente me iba del micro para no oír la voz a través de ese aparato nefasto, que era horrible. Así empezaron mis paseos. Lo sigo haciendo, ya es una costumbre: si no lo hago, igual la gente piensa que estoy cansado.
Normalmente todos los días te cansa algo, entonces vas al director y le dices quita esto y esto. ¿Qué canción le cansa más? Todas me cansan en algún momento. De pronto un día no canto Yo soy aquel..
Todas me cansan en algún momento. De pronto un día no canto Yo soy aquel...
Sí, la gente sabe que si no la cantas es por algo. Jamás he sido demandado. Dicen otra.
Yo no oigo mis canciones.
Sí, Digan lo que digan, En carne viva, Como yo te amo... Hay canciones talismán, Volveré a nacer, que las tengo que cantar porque me hacen falta.
Digan lo que digan, que se ha convertido en un himno. Es que es la verdad: qué sabe nadie nada de nada si nosotros mismos no sabemos lo que queremos.
Unas se dan, otras no se dan...
Sí, pero eso está bien. He tenido suerte de que lo que he emprendido a veces me ha costado pero siempre lo he hecho, así que no he renunciado.
No, pero es una verdad como un templo. A veces lees cosas que son invento; a la gente le gusta mucho inventarse cosas. Yo he leído críticas que decían que habían cantado tal canción y no lo había cantado, pero ya me he acostumbrado y me hacen gracia.
No es una cosa resabiada eso de sabérselas todas, es saber lo que estás haciendo y que es lo suficientemente aceptable como para que la gente no te tire tomates.
¿Que desde cuándo estoy cocido?, hace tiempo que estoy listo, años.
Con 18 años están pendientes de otras cosas hasta que impones un estilo, y es una labor de años. Hay mucha gente que no consigue esta carrera porque se aburre y se va a casa aburrida. Tengo compañeros muy importantes que se han ido y me dicen: ¿pero cómo sigues si es insoportable? Y hay gente a la que nos van a sacar del escenario con los pies por delante.
Si lo sientes, sí. Hay que ser feliz y hacer lo que te gusta. Si lo que te gusta es esto, como es mi caso, pues hasta al final. Y eso quiere decir hasta que yo considere que estoy dando la verdad al público y que el público me recibe igual. El día que digan éste ya no... Bueno, antes ya lo sabré y me habré marchado de vacaciones.
Lo uso para no usar retiro. Un artista nace artista, no se retira nunca.
No, porque me he sentido desprotegido de personas que han trabajado conmigo o me he sentido defraudado por su comportamiento, pero el público siempre ha estado conmigo desde que empecé con pantalón corto hasta hoy. Con esa fuerza puedes hacer locuras como ésta.
Al ponerse el sol. La letra dice que las cosas se pueden acabar hoy y empiezan mañana, esto continúa.
Es interesante que haya cosas nuevas, después hay que ver, porque unas merecen la pena y otras, no. A la gente joven hay que prestarle atención siempre porque serán nosotros mañana.
Sí, van todos a verme: una ruina... Es un milagro. En esa inmensa oscuridad maravillosa que es el público noto que me dicen: venga, que a nada que hagas verás.
Vivimos unos años complicados que hay que ir sorteando y luchando como a cada uno nos da a entender nuestras luces. Unos se defienden mejor; otros, peor. Yo he conseguido estar en un sitio donde puedo hacer lo que quiero siempre, no tengo que pedir permiso a nadie más que a mí mismo. Siempre he sido patrón de mí mismo, nunca me he vendido a los demás. Y toda mi vida ha sido así, quizá por eso duro tanto. Yo no espero a que me contrates tú, ya lo hago yo, tengo tanta confianza en lo que hago que yo lo hago. Lo que no puede ser es que quieras que te hagan todo. ¿Tú crees tanto en ti?, pues demuéstralo.
Cosas personales no, porque mi familia siempre ha estado salvaguardada. Pero yo siempre me la he jugado. Esto de la sinfónica..., me decían: ¿y si falla?, y te ponen pegas, y tú dices "tranqui, yo lo hago". Y ya está, se acabó el problema. Y cuando es un éxito te dicen ¿por qué no me lo dijiste? Si te lo dije el primero.
No. Cantaría con cualquiera si me apetece y lo siento
Hay cosas que no cantaría, porque no me van. Y no sería buen cantante de jazz.
Yo no creo que vaya a quedar ninguna... Prefiero que quedara el recuerdo de mi persona, de mí como artista,
Cantante. Artista. Trato de serlo, es lo que trato.
Tengo mucho que aprender, se pueden hacer las cosas mucho mejor. Pero no he tirado la toalla, sigo aprendiendo.
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NIURKA BAEZ,
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