sábado, 26 de septiembre de 2015

Sostiene que no hay más ley en internet que la del ‘software’

El presidente del Grupo PRISA y de EL PAÍS, Juan Luis Cebrián, destacó ayer la desaparición de barreras que ha supuesto la tecnología digital, incluso para penetrar en diferentes mercados mundiales, pero advirtió de que “la Red está llena de mentiras, calumnias, insultos y estupideces”, tantas como las que a veces dicen en la vida real algunos políticos.
Durante una conversación con John Ridding, consejero delegado del Grupo Financial Times, en el Hay Festival de Segovia, Cebrián consideró que hoy “el sistema regulatorio es inútil porque la norma en la Red es el software no la ley, lo que parece que no comprenden los gobiernos y las organizaciones internacionales”. De ahí la confusión reinante que afecta a todos, pero de la que, por ejemplo, EL PAÍS y el Financial Times, entre otros medios similares, se podrán defender mejor al tratarse de “marcas muy institucionalizadas, de independencia y calidad probaba”, agregó.
[MEDIOS]Ridding aseguró que la Red puede servir de mucha ayuda al dar voz directa a las personas, como pudo verse en la Primavera Árabe. Es una gran fuente de información con el inconveniente de que no tiene filtros y puede estar distorsionada, por lo que los medios de comunicación deben actuar como recopiladores de voces, contrastando fuentes, “cooperando juntos”.
[/MEDIOS]En respuesta al presidente de la IE Universidad y expresidente de Vocento Diego del Alcázar, Cebrián estimó, además, que todo el sistema de financiación de la prensa tradicional está en crisis, al haberse perdido el 70% de publicidad, en los últimos ocho años, y el 60% de circulación en papel, lo que ha provocado una enorme crisis.
Esta situación “añade confusión a la confusión que ya existe con tantos [MEDIOS]entrantes que no tienen respeto ni resistencia a las presiones o a la comprobación de fuentes, pero la calidad cuesta dinero”, necesario para poder informar y hacer periodismo de investigación sobre el terreno.

Confusión

El futuro es aún incierto, razonó Cebrián, porque tendrá que “pasar un tiempo de confusión, como cada vez que ha habido un gran cambio tecnológico. ¿Y cómo deberá ser el periodista del futuro? Deberá tener los mismos valores de hoy y la función de garantizar la verdad, contar con fuentes creíbles y contrastar información”.
Con relación al reciente caso de engaño descubierto en Volkswagen, Cebrián y Ridding coincidieron en que el papel de la prensa debe ser el de investigar, no juzgar y revelar la verdad, a pesar de las posibles presiones de las grandes firmas por la publicidad en los medios de comunicación.
Siguiendo en clave de futuro, Cebrián explicó que una de las características de Internet es que todos los modelos tienden a converger y, por ejemplo, ahora, los periódicos de calidad están preocupados por la producción de vídeos, hecho que no se imaginaba hace diez años, mientras que cadenas de televisión y radio, como BBC, producen artículos, provocando una gran competencia.

De hecho, Pearson, antiguo propietario de Financial Times, ha optado por desprenderse de los medios de comunicación y centrarse en la educación, lo que hace augurar cambios muy importantes y una tendencia frecuente hacia la globalización.
(El País)

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