¡Ay Chú!

¡Qué engaño!

Es curioso, pero a las mujeres dominicanas que salen al extranjero a ejercer la prostitución siempre las están "engañando" y "obligando" a la práctica del más viejo oficio.

Se pasan años trabajando en eso, y cuando las apresan siempre alegan que las han "engañado”, porque son víctimas de bandas que practican la trata de blanca.

Algunas de ellas todos los meses hacen generosos envíos a sus hijos y familiares, como resultado del "engaño" de que son objeto.

Las que están en Suiza y Holanda son mujeres hasta casadas, que religiosamente tienen que enviar remesas a los maridos, madres o hijos que han quedado en el país, y que supuestamente no saben a qué se dedican.

Algunas de ellas  son tan “engañadas”, que viajan con regularidad al país, y hasta se van de vacaciones a un resort pero quieren venir  aparentar que no son “santas ni pecadoras”.

Mujeres de trabajo, "humildes madres de familia", que han emigrado por  la necesidad y falta de trabajo  según siempre alegan.

Hay países donde hasta están acreditadas y tienen su carnet de trabajadoras sexuales, protegidas por los sistemas de salud. Pero, cuando por alguna razón caen en una batida, siempre son mujeres que han sido ¡engañadas!, que ejercen la prostitución ¡obligadas!…

¡Ay Jechú!...¿Vas a seguir, bebé...?.