Cindy Lauper dice
No hay lugar en el mundo como Nueva York
A muchos aficionados les sonará la canción «Girls just wanna get fun» («Las chicas sólo quieren diversión»), exitazo ochentero en el que un vozarrón femenino se imponía sobre teclados de época. Un puñado de años después, esa cantante, Cyndi Lauper, decidió convertirse en una cantante seria, adulta. Con esa actitud arribó ayer a la clausura del Jazzaldia donostiarra para divulgar su nuevo disco, «Memphis Blues», una docena de versiones (Muddy Waters, B.B. King, Robert Johnson, Louis Jordan, Little Walter...) de blues hostelero y baladas sexys donde le escudan grandes profesionales de los doce compases como son el armonicista Charlie Musselwhite, el guitarrista Jonny Lang o el mismo B.B. King. En plena gira, desde Londres, nos contó sus pinitos y su pasión por el blues y el jazz.
—¿Cuándo se decidió a cantar y convertirse en profesional?
—A los 5 años le dije a mi madre que de mayor sería cantante famosa.
—¿Y cuáles eran sus cantantes favoritos, cuáles fueron sus influencias?
—Mi madre solía pinchar un montón de álbumes de Broadway y amaba los cantantes italoamericanos: Mario Lanza, Frank Sinatra, Tony Bennett... Los primeros discos que me compré fueron de los Beatles y de las Supremes. Me gastaba todos mis ahorros en discos.
—¿Intentaba imitar a sus vocalistas favoritos, cómo aprendió a cantar?
—No me acuerdo cuándo supe que me podía dedicar a la música, pero uno de mis primeros recuerdo es llamando a la puerta de mis vecinos y ofreciéndome a cantar por 25 centavos. Mi madre se enteró y me obligó a regresar a sus casas para devolverles su dinero.
—¿Cómo se convirtió en gran estrella del pop en los años 80?
—Para lograr el éxito, hay que tener un poco de suerte y trabajar muy duro. Empecé en una banda local que me contrató para hacer coros al final de mi adolescencia. El manager vino, me escuchó y me colocó de solista. ¡De repente era la cantante principal!
—¿Le gustaba ir a bailar a las discotecas de los años 70 y 80?
—Para ser honesta, yo no era la típica chica juerguista. Estudié arte en la universidad a principios de los 70 y luego, cuando volví a Nueva York, me puse a cantar en grupos casi todas las noches. Así que cuando mis amigos salían a bailar, yo me iba a trabajar.
—¿Cuánto influye en su carácter como persona y como artista el ambiente de Nueva York ?
—Nací allí y allí he pasado toda mi vida. Me encanta, no hay lugar igual en el mundo. Lo mejor es que personas de distintas partes del mundo, creyentes o no creyentes, heterosexuales u homosexuales, todos vivimos en paz. Es un ciudad de gran aceptación y tolerancia.
—Su último disco es un viaje al blues, ¿cómo le atrapó este estilo?
—He sido amante del blues desde muy joven. Lo descubrí después de escuchar a los Rolling Stones y Janis Joplin y de leer que estaban muy influidos por el blues. Me fui comprando discos de Robert Johnson, Big Maybelle y Big Mama Thornton y simplemente me enganché.
—¿Cómo surgió la posibilidad de grabar este álbum?
—Es un disco que yo deseaba grabar desde hace ya bastantes años. Era una idea totalmente mía, pero mi manager me ayudó realizarla una vez que dejé Sony. En Sony, por una razón u otra, esa idea no les hacía nada de gracia.
—Hacía ocho años que quería grabarlo, así que tuve mucho tiempo para pensar, pero fue difícil porque hay tantas canciones magníficas de blues... Al final, me decidí por buscar las que realmente narran grandes historias.
—¿Qué quería expresar al cantar el blues?
—Lo que me encanta del blues es que resulta edificante. Me agradan las referencias de los blues a las dificultades y a los tiempos difíciles, pero también hablan sobre la perseverancia y el pelear por lograr algo. Hay un montón de cosas que están sucediendo en el mundo y que estaban pasando cuando grabé el disco, cosas que fueron y son bastante terribles: el terrible vertido de petróleo de BP en el mar, Nueva Orleáns se estaba recuperando del Katrina, guerras, el tsunami, Japón... Por desgracia, la lista es muy larga. Hay mucho por lo que estar triste (blue), pero tenemos que seguir poniendo un pie delante del otro y tratar de seguir adelante, de avanzar. Ese es el mensaje del blues. Los buenos tiempos van a venir, solo tenemos que ser fuertes cuando las cosas van mal.
—¿Alguna vez ha sentido el blues, el dolor y la tristeza, en su vida personal?
—Por supuesto. Todo el mundo tiene altibajos.
—Antes, editó un disco de jazz titulado «At last». ¿Cuáles son las diferencias entre ese CD sofisticado, a veces pop y sin invitados, y el más duro «Memphis Blues», ambos álbumes de versiones?
—En «At last» también tuve un invitado especial: Tony Bennett, en la canción «Makin' Whoopee». En ese disco quise hacer varias cosas: quería cantar canciones que escuchaba en los discos de mi madre y de mi tía y de mis abuelas, mientras crecía. De alguna manera, era mi homenaje a ellas. Y cuando canto las canciones pienso en quién cantaría esas letras y por eso los registros son diferentes. Las canciones tienen un significado distinto, por lo que has de imprimirles otra intención vocal, si eso tiene algún sentido.
Tremenda artista, se hubiera mantenido por mas tiempo si hubiera sabido hacerse publicidad a traves de los escandalos como lo hizo madona que aunque no grabara siempre era noticia y por eso siempre se mantuvo. El que no hace escandalos y no pone a la gente a hablar de ellos rapidamente pasa al olvido. Aprendan del pacha anonimos chancleteros, que para odiosos y envidiosos es que sirven.
ResponderEliminarLa canción "Girls just wanna get fun" me fascinaba cuando era niña, luego nacieron mis sobrinas que les gustaba también y ahora mis hijas la escuchan y se ponen a bailar, tiene una música tan contagiosa...
ResponderEliminarLa Sanchera.
Un autentico icono de la gloriosa decada ochenta, compàrando las fotos puede notarse como el buen vino, en esta versatil cantautora, se ha transformado su belleza de un forma mas madura y sopesada. Un trance de la juvenil locura a una cierta cordura sin nunca perder su chispa autentica. Con el talento innato que posee puede emprender lo que sea musicalmente, y siempre primara la calidad por encima de otras banalidades del negocio.
ResponderEliminarCUANTOS GRATOS RECUERDOS ME TREEN.ESTAS CANCIONES.QUE TIEMPOS AQUELLOS.DE WALDOS.
ResponderEliminardiganle que se dé una vueltecita por Washington Heights a ver si la muerde un ratón como escribió Luis el otro dia
ResponderEliminarCallese jediondo a sica.
Eliminarmuy buena,una de mis favoritas,tengo todos sus discos.
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