En New York...

Le dieron hasta con el asta de la bandera

Con tanto bombo y platillo que se anunció y presentó el año pasado en el Teatro United Palace  el espectáculo Mi Música es Mi Bandera, que al final de cuenta se convirtió en una banderola, por los disgustos y problemas que dejó el evento, y de lo cual no se habla, pero que subyacen debajo de las apariencias.
Cuentan que Yomare Polanco, de los productos Fibrafina, invirtió más de 600 mil dólares, como productor ejecutivo del evento, llevándose de los Morillo, quienes le prometieron el patrocinio del Ministerio de Turismo, que supuestamente aportaría una alta suma de dinero en el espectáculo.
Al final, como ya se sabe y se ha publicado, el Ministerio se convirtió en un misterio, en cuanto al patrocinio de que se hablaba, y lo que dio fueron centavos, comparado con la suma prometida por los Morillo, que llevaron a Yomare a hacer la inversión.
De Mi Música es Mi Bandera más nunca se ha vuelto a hablar...
Y cuentan que  el asunto está en los tribunales. A lo calladito, sin mucha bulla, según la lengua de la gente.