San Juan, Puerto Rico.-Elegancia, sensualidad, pero sobre todo, un
Así apareció el líder de la banda Maná, Fher, para presentar a Juan Luis Guerra, a través de un vídeo pregrabado, y sin éste haber aparecido en el escenario, ya el público lo seguía con los aplausos.
Con “La travesía”, el galardonado productor, compositor y cantante dominicano comenzó a calentar el ambiente de este triple concierto producido por Angelo Medina.
El escenario esta vez se dividió en dos tarimas separadas por una pantalla gigante desde donde también se podía apreciar al artista de turno. Guerra inició desde la tarima a la extrema izquierda, apoyado por un sencillo montaje de luces y gráficas.
“Buenas noches Puerto Rico. Un placer estar con ustedes”, saludó. “Gracias por compartir con unos artistas tan queridos como Robi Draco y Ednita Nazario, un aplauso para ellos”, continuó el artista mientras volvía a pedir aplausos para introducir “Como yo”.
El líder de 4.40 continuó con una selección de sus éxitos más recientes, que incluyó además “Tus besos” y “Todo tiene su hora”, pero no fue hasta que hizo la falsa despedida y regresó con el clásico “La bilirrubina” que el público verdaderamente se entregó. Bailaban desde sus asientos, o con sus parejas en la parte posterior de la arena, y cuando ya los pies estaban que se iban solos, el cantautor se despidió.
El artista que vestía casual elegante, con su tradicional boina, regresó al escenario, luego de una falsa salida, para interpretar ‘A pedir su mano’ y ‘Las avispas’, lo cual emocionó mucho más al público, que se mantuvo bailando de principio a fin.
La locutora Desireé Lowry se encargó de hacer las transiciones entre cada presentación. Ricky Martin apareció en pantallas gigantes para traer ante el público a su “hermano, Draco”. “Él regresó y regresó para ocupar el número uno de sus corazones”, dijo la estrella del pop de lo que representó el primer concierto del cantante y compositor en la Isla desde su recaída en el cáncer en el 2013.
Draco Rosa, en elegante traje negro, ofreció un escogido de sus temas más populares, en un formato acústico, dominado por las cuerdas, incluidas las del cuatro de Christian Nieves. Con una voz mucho más diáfana que su pasado concierto, inició con “Casi un bolero” y seguido expresó su agradecimiento por hacerlo parte del evento. “Es muy especial estar compartiendo con los amigos, con la familia, es lindo. Seguimos”, expresó el artista para continuar el repertorio de siete temas.
“Penélope” y “Blanca mujer” resultaron los más celebrados por los seguidores, con quienes el cantautor se excusó por su constante cambio en los arreglos musicales de sus temas.
“Nosotros hemos estado de gira, gracias a Dios tocando; me gusta mucho el rock n’roll aún, pero es lindo también estar con unos músicos increíbles y poder experimentar”, dijo el vocalista, quien también bromeó con que ya le toca afeitarse. “Me ha costado a través de los años tocar las piezas como se graban en los discos”, añadió Rosa previo a “Esto es vida”.
El cuatro puertorriqueño resonó en manos de Nieves en la introducción de “Más y más”, dándole un matiz más tradicional.
Tommy Torres ocupó la imagen de las pantallas para fungir de presentador. “Tengo un honor muy grande, el de presentar un artista que no tiene comparación”, afirmó el autor de muchas de las letras de la diva ponceña, cuyo nombre provocó la euforia.
Pareció que los asistentes solo aguardaban por verla a ella. Con “Vengada”, la cantante inyectó la fuerza suficiente para volver a energizar al público, que le correspondía a su antojo.
“Gracias por compartir una noche de amor, en el Choliseo, en mi casa en el lugar, donde he tenido oportunidad de vivir momentos inolvidables”, fueron las primeras expresiones de la intérprete, quien vestía un traje en su acostumbrado negro. “Puerto Rico es la cuna de la pasión”, agregó.
Al igual que sus colegas, la cantante sintetizó sus éxitos de baladas y pop rock en un repertorio de doce títulos, entre ellos dos “medleys”. “Te quedarás hundido”, “Para el peor amante”, “Lloviendo flores”, “La más fuerte” y “Tres deseos”, fueron parte del espectáculo.
Senos reales, no plásticos
Ednita Nazario, tras acomodarse sus senos –“son mías, no son plásticas”, dijo-, tomó la palabra para justificar por qué algunas veces excluye y otras, como ésta, incluye lo que es su canción emblemática, “Quiero que me hagas el amor”.
“Prefiero repetirme a que me pelen por las redes otra vez”, apuntó para entregarse a la interpretación con la furia que establece la letra.
“Más grande que grande” se la dedicó a su autor, Draco Rosa. “Él me regaló uno de los más grandes tesoros, que es esta canción”, manifestó Ednita Nazario, quien cerró la noche con su más reciente sencillo “Eras uno más”.
(Primera Hora-El Vocero)
(Primera Hora-El Vocero)
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NIURKA BAEZ,
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